El partido ante el Mallorca es tan vital, con un rival que está hundido en la tabla y por la necesidad de lograr puntos por parte del Zaragoza para alejarse de la zona de abajo, que la labor de César Láinez esta semana ha ido encaminada a quitar presión a los suyos: «Tratamos durante la semana de quitar la presión que pueda notar el jugador por ese partido, ya que el próximo siempre encuentro es el más importante. Es un rival directo, que viene de una mala racha, una victoria en 10 jornadas, pero es uno de los que más empata, hasta 14 veces», dijo el entrenador.

El mensaje tiene su calado cuando el Zaragoza viene de un choque en Almería que dejó escapar con todo a favor, tras un rápido 0-2 y después de que el rival se quedara con 10 en los últimos 25 minutos. «En el vestuario he tratado de revertir esa situación y decirles que llevamos tres jornadas sin perder. Ganamos en Elche, hicimos un buen partido en Almería y también ante el Valladolid. Que se queden con eso y no con los fantasmas».

Uno de esos fantasmas que lastran al equipo es su bajón físico en los tramos finales de los partidos. «No vamos a poder mejorar en esa faceta a la altura que estamos, pero es importante la cabeza. Si los resultados acompañan y las sensaciones son buenas, el equipo respira de una manera distinta que si las sensaciones son malas o si aparecen fantasmas que pesan sobre las piernas. Hay que intentar que que lleguen lo más limpios de cabeza y con la mayor energía mental posible a los últimos minutos. Así, menos se va a notar en las piernas».

Pone mucho énfasis estos días Láinez en las jugadas a balón parado, una virtud del rival en ataque, de las pocas claras que tiene un Mallorca que pasa por un momento delicado. «Es una obligación que necesitamos más seguridad en las acciones a balón parado, que es una virtud del rival, En esas acciones, hay situaciones que se achacan a los entrenamientos, pero luego están la labor del árbitro y las virtudes del contrario. Hay que tratar de minimizar esas jugadas y, en Almería, concedimos muchos córners. Cuando juegas en campo contrario y se defiende lejos, las acciones son menos peligrosas».

LANZAROTE, CANI Y WILK

A Láinez se le pudo ver charlar ayer con Lanzarote, algo que es habitual: «A todos les exigimos por igual, pero no todos son iguales en el trato. A mí, cuando era jugador, cuanto menos me hablaba el entrenador, mejor, así no gastaba palabras. A Lanzarote le gusta mostrar cómo se encuentra y comunicarse con el míster», explicó César, que cuenta con el factor diferencial que supone el extremo barcelonés y que ratificó el rol de Cani, los minutos de calidad que le pide por encima de que acumule mucho tiempo sobre el césped. «El otro día jugó de inicio, dio una asistencia de gol e hizo un gran jugada por la banda. A Cani le ha faltado continuidad. Hemos sido francos el uno con el otro, sé lo que me va a dar y él sabe lo que quiero de él».

Por último, habló de la recuperación de Wilk, lesionado de gravedad en la rodilla a principio de temporada y que ya entrena con el grupo. «Es una lesión larga y no es lo mismo entrenar que jugar. Compite y entrena normal, es un jugador que es importante para el grupo y también nos permite rotarlo con Zapa. Ojalá dentro de tres partidos estemos ya con 49 puntos y podamos dar minutos para algunos jugadores», afirmó. Es decir, que el retorno del polaco tendrá que esperar y siempre con una situación más tranquila en la tabla.