Fue un fin de semana glorioso para el atletismo altoaragonés. Tres diamantes en bruto se proclamaron campeones de España. Pol Oriach, un fondista de Albelda, es campeón de cross escolar en la localidad sevillana de Villamanrique de la Condesa. La fragatina Elena Daniel fue la más rápida de los 60 lisos en el Nacional júnior bajo techo de Madrid. Y la guinda la puso un chaval de Salinas de Hoz, cerca de Barbastro. Jaime Cardiel, que ganó en el Nacional júnior indoor el heptatlón.

Lo de Cardiel lo podría haberlo firmado Hitchcock. Después de una lucha a muerte en dos días con Jorge Dávila, el atleta del Intec Zoiti se impuso por un suspiro. El oscense totalizó 5.152 puntos y Dávila cinco menos. Todo se jugó en el mil. «No sabía cómo correr, si esperar o atacar. Dani Durán, mi entrenador, me dijo que fuera con la cabeza fría y con los pies calientes y que no me quedara atrás. Fue toda la carrera en grupo, con roces y tensión. Al final esprinté y le saqué un poquito a Dávila».

Cardiel es un especialista de la velocidad pura. Marcó las diferencias desde la primera prueba del 60 lisos con una gran marca de 7.13 y comenzó a tope el segundo día con el récord de Aragón de 60 vallas con 8.08. «La salida y la primera valla no fueron muy buenas. Pero fui ganando velocidad». Para este estudiante de Grado Medio de Automoción la clave de una buena prueba combinada es «estar en todo momento concentrado, pelear y que te responda el cuerpo físicamente», explica.

Para Pol Oriach, su oro en el Nacional de cross era el título más deseado. Hasta la fecha siempre lo había ganado el gallego El Medhi El Nabaoui. Hace tres años, siendo cadete de primer año, Oriach se llevó la plata, el año siguiente el bronce y el año pasado, enfermo, solo pudo ser décimo. Hace una semana, El Nabaoui volvió a ganar al oscense en el Nacional de cross por clubs. «Sufrió flato a mitad de carrera, pero en Sevilla Pol tenía mentalidad de ganador y planteamos la semana para ir de primeros. Ha cerrado la categoría por todo lo alto», dice Fernando García, su técnico.

Oriach le daba tanta importancia a este oro como a la plata del Europeo juvenil en 2.000 obstáculos del año pasado. «En el cross nos medimos todos los especialistas, desde el 800 hasta los obstáculos. Aquí hay mucho nivel y es tan importante como el título de 1.500 lisos». Pol celebró por todo lo alto el oro. «Se lo dedico a todos los que están conmigo, a mi entrenador, mi familia y a toda la gente que me apoya. Tengo la suerte de tener un padre que entiende de atletismo», dice.

Fue una carrera con una gran presión. «Fue de alta tensión a nivel psicológico. Ha sido un trabajo bien hecho y no era fácil ejecutarlo», dice su técnico. «No tuve claro el oro en ningún momento. Lo pasé bastante mal a mitad de carrera con mis rivales chupando rueda», afirma Oriach.

Reina de la velocidad

Elena Daniel, una velocista prodigiosa de Ballobar, realizó la competición perfecta en el Nacional de su edad. Iba con la mejor marca de las competidoras en los 60 lisos y cumplió con los favoritismos. «Respetaba a todas mis rivales. En la primera ronda gané sin problemas con 7.86 y en las semifinales batí mi marca personal con 7.54. Todo el día me encontraba muy bien y en la final rebajé una centésima mi marca. Salí muy bien y enseguida me puse a correr muy rápido», afirma la atleta de Eloy Mur. Hace balance de la temporada indoor. «He hecho mi mejor invierno. Fui internacional en Minsk y he tenido experiencias nuevas». Un único pero. «En el Nacional absoluto me quedé por milésimas fuera de la final. Me quedé un poco en la salida, pero de todo se aprende».

Ya fue campeona de España cadete hace dos años. Daniel es una atleta polivalente y corre tan bien el 60, como el hectómetro y los 200. «Este año he mejorado la salida, mi talón de Aquiles. Hay que reconocer que no se puede tener todo». Algunos dice con humor por Monzón que con la salida de Laura Pintiel y la velocidad prolongada de Daniel saldría una marca espeluznante.