Llegó Víctor Muñoz al Zaragoza con la consigna, elevada en voz alta desde el primer día, de evitar la tragedia que suponía el descenso a Segunda B y nueve partidos después, en los que el equipo aragonés ha sumado 12 puntos de 27 posibles, con el mismo número de victorias, tres, que de empates y derrotas, el técnico tiene este domingo ante el Murcia la primera oportunidad de que esa meta sea por fin matemática. Es decir, que el Zaragoza ya no tenga que hacer más cuentas para sentirse otra vez en la categoría de plata, un objetivo por cierto bajísimo, porque la idea teórica a principio de curso era la del ascenso. La promoción para subir está ahora a cinco puntos, los mismos que el descenso, y si el Zaragoza cae en la Condomina también podría decir el adiós definitivo a esa vía.

Pero esta semana es la primera vez que el Zaragoza puede respirar tranquilo de forma total, algo que no era matemáticamente posible ante el Sabadell, donde además se escapó el triunfo. Una victoria en Murcia, que no es sencilla porque el equipo pimentonero es el sexto mejor local, con 33 puntos, y el segundo que más goles marca en su feudo, podría ser el pasaporte absoluto.

Si los de Víctor vencen y no ganan el Castilla, que visita al Córdoba, y el Alavés, que acude a Ipurua, el Zaragoza ya podrá respirar tranquilo el domingo por la noche. En ese caso, ni madridistas ni vitorianos podrían alcanzar los 54 puntos que tendría el Zaragoza. Restaría la posibilidad del Girona, al que Competición no le ha dado la razón en su impugnación y que se queda con 44 puntos. Si recurre ante Apelación y, en el más que improbable caso de que le dé la razón y gane ese partido contra el Recre sumaría 47, y podría alcanzar al Zaragoza en caso de victoria o empate ante el Mallorca el domingo, pero esos resultados del equipo balear, unidos a los tropiezos del Castilla y el Alavés, también le darían el pase matemático al Zaragoza en caso de ganar en Murcia.