Estaba cantado. La resonancia magnética a la que fue sometido ayer James Igbekeme confirmó los temores del cuerpo técnico y del propio jugador, que sufre una rotura de fibras que le mantendrá al menos tres semanas fuera del equipo. La lesión, que privó al centrocampista de participar en la segunda parte ante el Almería, deja al Zaragoza sin uno de sus principales puntales, que no estará disponible hasta Pilares. Así, James se perderá seguro el partido del próximo sábado ante el Lugo y el del viernes siguiente en Albacete. Todo apunta a que tampoco estará en el choque de la octava jornada que medirá, el lunes 8 de octubre, al Real Zaragoza con Osasuna en La Romareda. Para entonces, ya se habrán cumplido las tres semanas desde la lesión, pero el cuerpo técnico zaragocista podría aplazar su reaparición una semana más para no arriesgar con un futbolista llamado a ser clave durante la temporada. Así que todo apunta a que James volverá el 14 de octubre frente al Numancia en Los Pajaritos. Para entonces, la rotura debería haber cicatrizado ya y el nigeriano habrá completado, si no surgen imprevistos, una semana de trabajo con el grupo.

El percance de James abre el debate acerca de si fue conveniente o no que jugara los 90 minutos del partido de Copa del Rey de hace una semana ante el Deportivo. El nigeriano, que al igual que Cristian Álvarez, Benito, Grippo y Javi Ros había completado todos los minutos disputados hasta entonces, tampoco descansó en la eliminatoria copera ni cuatro días más tarde en el duelo liguero ante el Almería en tierras andaluzas. Idiakez, condicionado por la falta de efectivos en la medular, dio descanso en Copa a Zapater, con molestias, pero no a James y Ros, que resiste.

James, fichado este verano para cuatro temporadas procedente del Gil Vicente de la Segunda División del fútbol portugués, estaba siendo uno de los jugadores más destacados del Zaragoza y una de las sensaciones del campeonato. Fue autor de un gol ante el Oviedo, partido en el que también asistió desde el córner a Verdasca en el segundo de los cuatro tantos aragoneses.