Italia se atascó en su debut contra Dinamarca el día en el que Trapattoni cumplió su palabra y se olvidó del catenaccio para apostar por el tridente (0-0). Pero la presencia de Totti, Del Piero y Vieri, los tres tenores italianos, no le solucionó la papeleta. Al contrario. Le abrió otro debate de la misma intensidad del que se vive en España con Valerón y Raúl. Italia se quedó seca en ataque con sus mejores atacantes sobre el césped. Es cierto que Sorensen, el arquero danés, fue el héroe del partido con sus paradas repetidas a los tiros de los delanteros transalpinos, pero también lo es que de nada sirve alinear a tres magos si luego toda la sala de máquinas la mueven dos obreros como Perrota y Zanetti y los laterales, Panucci y Zambrotta no salen de la cueva defensiva made in Italia .

DEL PIERO, ESPESO Trapattoni tiene ahora tres días para reflexionar. Al menos, no perdió en el debut como le pasó a su colega portugués Scolari. Eso le resta presión. Pero como dijo ayer un periodista italiano al abandonar la tribuna de prensa "Del Piero e finito" . Es injusto tachar de "acabado" a un mito, quizá suene a afirmación contundente, pero viendo su partido de ayer es imposible salvarlo de la hoguera. Del Piero naufragó y Totti, sin hacer casi nada, le ganó a los puntos en esa particular lucha de egos. Cassano y Pirlo piden paso a voces. ¿Y Vieri? Pocas noticias hubo de él en un partido marcado por el calor.

Y es que los 33 grados de ayer en Guimaraes fueron un castigo. Un suplicio para unos jugadores que desde el minuto 20, como si aquello fuera el Mundial de México en 1986, se acercaron a los banquillos en busca de agua y bebidas isotónicas. Pero la UEFA nunca cambiará. Antepone los intereses económicos de la televisión a los deportivos y ha programado, sin importarle la sobrecarga de partidos que arrastran los futbolistas, un partido al día a las cinco de la tarde --hora portuguesa--.

El calor obligó a dosificar el ritmo en un partido, controlado por los daneses en la primera parte, que se destapó después de que Del Piero y Totti pudieran marcar en una doble ocasión (m. 43). Pero Dinamarca es un equipo sólido. Nunca se descompone gracias a la seguridad de cuatro italianos (Laursen, Helveg, Tomasson y Jörgensen) y tres de la Bundesliga (Niclas Jensen, Sand y Poulsen). Sus contragolpes, además, son letales tal y como pudo comprobar Buffon ayer ante Jörgensen (m. 45) y Tomasson (m. 75). Pero él es el mejor portero del mundo. Evitó la debacle en un partido calificado como "malo por un Trapattoni que, vistos los escasos méritos de su equipo, considera "justo" el empate.