La cita es el día 21. A las tres y media de la tarde. Los jugadores de España y Alemania saben que ese día deberán enfrentarse en el Centro Acuático de Atenas, con los ánimos todavía calientes por el amistoso que jugaron este pasado domingo y que acabó en una inesperada trifulca.

"Es bastante posible que cuando juguemos se vuelva a liar", dice Iván Moro, uno de los implicados en una pelea con el boya del equipo alemán, Thomas Schertwitis, que acabó con la expulsión del defensa del Atl¨tic Barceloneta, también con la de su compañero Chava Gómez y con el jugador alemán en la enfermería, debido a un golpe en la cara, que necesitó siete puntos de sutura. España acabó imponiéndose por 8-5 en el partido que cerraba un torneo amistoso en Budapest, donde la selección ultimó su preparación para los Juegos de Atenas.

En los precedentes de los España y Alemania siempre habían existido roces. Y, siempre, con el mismo jugador. Schertwitis es un deportista marcado en el circuito del waterpolo. Ni siquiera sus compañeros le defienden. "Le apodan el animal", cuenta el seleccionador español Joan Jané, y no sólo es porque mide 1,98 de estatura y 120 kilos de peso. También se debe a sus malas maneras en la piscina. "Juega muy sucio, a hacer daño", subraya Jané.

PARTIDO CALIENTE Los boyas suelen ser los jugadores que intercambian más golpes con los defensas, al ser uno de los referentes en ataque, y actuar de espaldas a la portería. Pero existe un código no escrito entre los waterpolistas para evitar las acciones violentas. "Schertwitis no lo respeta. Es lo más sucio y antideportivo que hay. Juega a hacer daño, dándote codazos, agarrándote de los testículos, lo que sea", cuenta Iván Moro. Así que el partido se fue calentando, después de que España llegara con ventaja al descanso (5-4). En una acción de ataque, el boya alemán soltó el codo a la cara del defensor del Barceloneta. Este se revolvió y le lanzó un puñetazo, y rápidamente intervino Chava Gómez, para defender a su compañero. Los árbitros expulsaron a los dos jugadores españoles, mientras Schertwitis, con sangre por un corte, se vio obligado a abandonar la piscina. "Mis jugadores son muy correctos, pero no se esconden cuando los provocan", aseguró Jané, defendiendo su comportamiento en la piscina.

Por suerte para la selección española el partido de Budapest era amistoso y no estaba organizado por la FINA, así que Iván Moro y Chava Gómez no corren peligro de una sanción para los Juegos. El día 21 estarán en la piscina. Listos para volver a verse las caras con Alemania.