Andrea Trinchieri define en buena medida lo que es el Brose Bamberg, uno de los equipos más poderosos de la competición. Tras no poder conquistar la Liga alemana la pasada campaña --por primera vez en cinco años--, el club decidió contratar a uno de los técnicos de moda.

Su contrato (3 años a razón de 1,5 millones de dolares por temporada) explica la categoría de este milanés de variopinta ascendencia. Solo comparte nacionalidad con su abuelo paterno. Su padre es americano, su madre nació en Croacia y su abuela en Montenegro, por ejemplo. Tras su paso por el Unics Kazan, donde no conquistó ningún título pero alcanzó la final de la Eurocup --el título se fue a Valencia--, ha aterrizado en Alemania con la intención de poner al equipo bávaro entre los mejores. Como ya anunció poco después de aterrizar, aspira a conquistar esta competición con las características que le han distinguido: defensa y trabajo colectivo.

Trinchieri es un entrenador forjado desde las categoría base del pallacanestro. Inició sus pasos en el San Pio X, antes de entrar en las categorías inferiores del Olimpia Milano, hasta que en el 2004 debutó en Tercera con la Triboldi Soresina, a la que subió a Lega Due en el 2006. Siguió creciendo en sus tres temporadas de plata, donde pasó también por la Soresina, la Juve Caserta y la Prima Veroli, equipo con el que logró el premio al mejor entrenador de la categoría.

Sus mayores logros llegaron en el histórico Pallacanestro Cantú, con el que alcanzó la final de la Lega y de la Coppa y alzó la Supercoppa. Además, fue elegido mejor entrenador en los años 2010 y 2011, como la pasada campaña con el Kazan, donde ya compaginó su trabajo con el de seleccionador griego.