Luis Alberto Hernando volvió a ser el mejor del mundo por tercer año consecutivo. Fue en la modalidad de Trail Running, que está incluida en la IAAF. Hace tres años se impuso en Peneda-Geres, cerca de Braga. En el 2017 repitió en Badia Patraglia, en los Dolomitas. El tercer Mundial lo conquistó en su casa, en las montañas castellonenses. Fue en Penyagolosa, donde dominó entre 400 participantes. Fue una carrera en dientes de sierra de 85 kilómetros de longitud con 5.000 metros positivos que el guardia civil residente en Jaca terminó en 8.38.35. España hizo doblete puesto que el segundo fue Cristofer Clemente y el tercero el británico Tom Evans. Hernando también ostenta tres Mundiales de la federación de montaña

Hernando explica que la prueba era «bien proporcionada en distancia y desnivel. El terreno era muy variado con subidas y bajadas bastante cortas. No es como en el Pirineo que tiene subidas largas. El terreno era muy cambiante con zonas muy técnicas y con zonas rápidas por pistas. Incluso había algún pasamanos», explica el triple campeón del mundo.

Para Luis Alberto Hernando el tramo más duro llegaba en el kilómetro 61. «Era en Vistabella, donde estaba el último avituallamiento. Ya sabíamos todos que era allí donde nos jugaríamos la carrera». Hernando confiesa que al vivir en Jaca, «estoy más acostumbrado a las subidas más largas. En diciembre ya fuimos a reconocer el circuito y he entrenado pensando en este circuito en zonas lo más parecidas posibles». El vencedor asemeja esta zona a la «Sierra de Guara o a Riglos en cuanto a desniveles. Lo he preparado en la zona de San Juan de la Peña, San Bartolomé y Santa Cruz de la Serós», explica.

La prueba tuvo mucho nivel con 50 países y 400 participantes. «El último Mundial es más difícil siempre porque hay más nivel y cada vez estoy más viejo. Hay muchos rivales que no conocía y no me fiaba de nadie. Había muchísimo nivel. En nuestra propia selección Cristofer Clemente era uno de las rivales más fuertes. Los franceses son duros, Estados Unidos, Inglaterra...», afirma.

Hernando ya sabía la táctica que tenía que seguir. «Conocía muy bien el circuito y sabía que tenía que dejar fuerzas para el final. Dividí la carrera en tres partes». La salida era en la Universidad de Castellón. «La primera mitad hasta el kilómetro 40 intenté no perder mucho tiempo con los primeros. Salió la gente demasiado fuerte y yo no malgasté energía. Después estuve otros 20 kilómetros intentando recuperar el tiempo perdido», indica.

Los primeros kilómetros lideraron la carrera los franceses Sebastián Spehler y Sylvain Court, el norteamericano Zach Miller y el británico Tom Evans. «En el momento que más me aventajaban eran en 5 minutos. Pero era una diferencia asumible». Miller lideró la carrera hasta el kilómetro 60. «No me sorprendió. Era de esperar que estuviera en cabeza».

Fue el en avituallamiento del kilómetro 60 cuando Hernando contacto con Miller. «Coincidí con él tan solo por las calles del pueblo de Vistabella. Pero también me tenía que preocupar de todos los que venían por detrás, que eran muchos y estaban a escasos cinco minutos», explica.

Hernando le aventajó en meta a Clemente en casi ocho minutos. Reconoce que los peores kilómetros de la carrera fueron «los primeros hasta que cogí ritmo. Tenía problemas de estómago. Los últimos 10 kilómetros estaba muy fatigado, con las piernas muy cansadas y doloridas. Pero pensaba que quedaba poco». La climatología también fue exigente. «Hizo mucho calor y humedad con varios participantes con problemas de deshidratación. Muscularmente se notó ese calor».

Hernando planificó el invierno pensando en este Mundial. «No he tenido lesiones. Hice el Campeonato de España y la Copa de España de esquí de montaña. He ganado la Copa de España de carreras verticales». Después disputó carreras por montaña en Osán Cross Mountain, Riglos, la Rioja Ultra Trail y el Medio Maratón de Zaragoza, donde acabó el cuarto con un crono de 1.11. De cara al verano no ha señalado ninguna carrera de referencia. «No sé todavía nada y buscaré carreras importantes. Hay infinidad de competiciones de nivel», confiesa el triple campeón del mundo.