Es ya la seña de identidad de este Tecnyconta. Un ritmo alto, un juego rápido y la búsqueda de espacios abiertos para tirar. Cuando se mezcla con acierto el resultado es un cóctel explosivo, como pudo verse ayer contra el Gipuzkoa. Fuera soplaba el cierzo helado y dentro del Príncipe Felipe se produjo un vendaval de puntos con una lluvia de triples. Un juego que entra por los ojos del espectador y que pone en pie a la grada. De hecho el público se quedó con ganas de más, aún se escuchó algún murmullo cuando se desperdició un tiro abierto. El equipo se quedó ayer a uno de su récord histórico (17) para anotar 16, diez de ellos en una segunda parte pletórica.

El Tecnyconta anota cada vez más porque tira cada vez mejor. «De los 37 triples que hemos tirado solo hay dos que no hubiera lanzado. El resto me parecen todos buenos tiros», resumió Jota Cuspinera al final. Y es que el juego del Tecnyconta ya no es ese llegar y tirar de los primeros días sino que es algo mucho más equilibrado, más elaborado y, sobre todo, más acertado. El equipo no solo está mostrando un acierto prodigioso desde el 6,75 (ayer un 43%), sino que lo está encontrando con cabeza. Ayer volvió a tirar más veces de dos que de tres aunque intentó 37 triples. El Tecnyconta busca el triple pero sin volverse loco para conseguirlo.

Y eso que le costó arrancar. En la primera parte no encontró suficientes tiros liberados y anotó dos y cuatro triples en los dos primeros cuartos. Con los ajustes que hizo al descanso halló el camino libre para darse un festín en la segunda parte. Empezaron a caer desde todas las posiciones, de todos los jugadores. Bellas, Dragovic, Barreiro, Suárez... Cinco triples en el tercer cuarto para romper el marcador y cinco más en el último para completar el festival. Total, 10/20 en los segundos veinte minutos y 16/37 al final de los cuarenta. A uno del récord que el equipo ha conseguido tres veces, todas ellas bajo la dirección de José Luis Abós, cuando el equipo también jugaba buscando tiros abiertos, contra el Valladolid en la temporada 2013-14, ante el Fuenlabrada en la 2011-12 y contra el Granada en la 2010-11.

Cosa de todos

El equipo ganó al Gipuzkoa en todas las facetas del juego, pero fue el acierto desde el triple el que le permitió construir una victoria tan sólida y redonda. Porque fue de tres en tres como rompió definitivamente el marcador en la segunda parte y porque con ese acierto volvió a irse a los 97 puntos. En los tres partidos que ha jugado en casa promedia 95,6 puntos por partido, una cifra excelente que hace del Tecnyconta un rival muy difícil de batir y un equipo muy atractivo de ver. Y es un espectáculo del que participan todos los jugadores. Excepto Varnado, todos lo intentaron de tres y salvo Mazalin, De Jong y Neal, todos anotaron al menos uno a lo largo del partido. Un trabajo y un festín colectivo.

La mejora con respecto a la temporada pasada es abismal. El Tecnyconta fue el curso precedente el peor equipo de la ACB desde el 6,75 con un 31% de acierto. Este año promedia 11,6 triples en 28,7 intentos por jornada y un 40,3% de acierto. Es decir, el Tecnyconta ha conseguido convertir el triple en un poderoso argumento de su juego, aunque no el único, en un arma mortal para sus rivales. En los tres partidos que ha ganado le ha servido para distanciarse y es un porcentaje que garantiza competitividad a un equipo cuando fallan otras cosas. Así ha ganado tres partidos seguidos y puede seguir mejorando en el futuro.