Con mucho sufrimiento, al filo del abismo, el Casademont Zaragoza logró una victoria importantísima ante el Betis y respira un poco más aliviado al dejar atrás a un rival directo. Eso sí, este no debe ser más que el primero de los triunfos que necesita el equipo aragonés para huir definitivamente de los puestos de descenso. No ha conseguido nada todavía el Casademont, más que evitarse un problema aún mayor. El conjunto de Sergio Hernández necesitó una prórroga para llevarse un duelo igualadísimo que se decidió en la última acción (96-95).

El partido pudo caer de cualquier lado. Al Casademont le pesó al final la tensión, la trascendencia del partido, que a punto estuvieron de convertirse en angustia y privarle de la victoria. La defensa volvió a ser el gran quebradero de cabeza del equipo aragonés que, cuando mejoró su nivel atrás gracias a Javi García y Barreiro, se quedó seco en ataque. Además, el arbitraje volvió a ser extraño, en el reparto de faltas, en el criterio en uno y otro lado. Tampoco fue igual el trato y la permisividad con los técnicos.

Lo más importante del partido de ayer es el resultado, pero hay cosas que siguen sin funcionar en el Casademont. La defensa es la principal. El equipo salió con otro brío, es verdad, quiso, pero no pudo. Defiende casi siempre demasiado lejos del rival o le falta el último esfuerzo. En el primer cuarto, el Betis capturó nueve rebotes ofensivos. Al descanso, había recibido ya 46 puntos. Había hecho los mismos, eso sí, con Ennis y Benzing anotando.

En ataque se le acumularon los problemas al Casademont. Primero con Thompson. La misión de Ndoye en el inicio de partido era desquiciar al pívot del Casademont, que no necesita mucho para perderse en protestas y desesperarse. Lo consiguió Ndoye porque Thompson ya había cometido dos faltas en cinco minutos, incluida una técnica, y tuvo que sentarse. En el segundo cuarto se produjo el percance de Sulaimon, que acabó con hielo en su rodilla derecha tras salir cojeando de la pista.

Así que la rotación se le acorta y acorta a Sergio Hernández, que tuvo que volver a tirar de Javi García ante la ausencia de Sulaimon. Y el zaragozano respondió con creces porque fue su ritmo defensivo lo que le cambió la cara al equipo en la segunda parte. Él y Barreiro, que desde que le señalaron una antideportiva en el minuto 16 se activó y despertó la bestia. Su trabajo en defensa y en el rebote volvió a ser encomiable y se sumó también al ataque. Si todos pusieran su intensidad... Tan importante fue que al final del partido el Oveja quiso cambiar a Ennis por Barreiro en cada cambio defensa-ataque como si fuera balonmano para amarrar la victoria.

Y es que el equipo aragonés llegó al tramo decisivo con la necesidad de dar su máximo en cada defensa y en cada ataque, pero para cada cosa necesitaba jugadores diferentes. Lo necesitaba porque llegó al final con el marcador en un puño después de haber desperdiciado diez puntos de ventaja. Pero es que en el último cuarto necesitó cinco minutos y medio para anotar su primera canasta en juego. Se quedó seco en ataque en el peor momento.

Además, le señalaron una técnica a Brussino por flopping, Thompson hizo la cuarta, Benzing también en el último instante... y los primeros 40 minutos terminaron con empate a 83. En el añadido se mantuvo la igualdad hasta el final. Apareció algo más Thompson en ataque, Feldeine siguió haciendo de las suyas, los árbitros también y al final fue Ennis el que fue con todo y puso el 96-95 desde el tiro libre. El Betis tuvo 5,4 segundos y pudo intentar anotar dos veces, pero el Casademont lo impidió para lograr su victoria más importante de lo que va de temporada. Un triunfo en el alambre que no oculta las carencias defensivas y de rotación del equipo pero que le alivian para afrontar con más confianza las finales que se le vienen.

Ficha técnica:

Casademont Zaragoza: Bray (4), Ennis (24), Barreiro (16), Benzing (18), Thompson (12) -cinco inicial-, Sulaimon, Brussino (13), Hlinason (9) y Javi García.

Coosur Real Betis: Randle (6), Feldeine (32), Almazán (4), Kay (9), Ndoye (5) -cinco inicial-, Enechionya, Quattara (12), Torres (6), Campbell (15) y Jordan (6).

Parciales: 17-29, 29-23, 23-20, 14-17 y 13-12.

Árbitros: Cortés, Bultó y Yasmina Alcaraz.

Eliminados: No hubo.