Muy pronto se le puso de cara el partido al Real Zaragoza, que pese a lo abultado del marcador final se enfrentó a un Marianistas que dejó una muy buena sensación a su paso por la Ciudad Deportiva. Los visitantes jugaron con mucho orden, lucharon y se emplearon a fondo, pero los locales también estuvieron a un buen nivel.

Nada más centrar llegó el primer tanto del encuentro, logrado por Ginés, que daba mucha tranquilidad al cuadro local. El Marianistas no se amilanó ante la adversidad, no perdió el sitio en el campo y con mucho orden supo contrarrestar el poderío local. La única diferencia notable entre ambos conjuntos era que los locales contaban con ocasiones más claras que los visitantes. Fruto de ello llegó el segundo tanto zaragocista, que dio más tranquilidad para la segunda parte.

Tras la reanudación, el panorama no varió, el Marianistas seguía luchando hasta la extenuación, pero en el ecuador de este periodo llegó la sentencia con dos goles más de los locales. El primero en una falta perfectamente ejecutada por Burbu. En el último minuto, Pedro marcó el gol del honor visitante.