En la pista Codornices de la estación de Aramón Cerler se citaron el pasado fin de semana 380 niños de 8 a 12 años, lo que supone un nuevo récord. Son esquiadores prodigio que forman parte del Trofeo Pitarroy, el oficioso Campeonato de España alevín. Provenían de toda España estos pequeños deportistas que se enfrentaron a una espectacular y exigente pista de casi 200 metros de desnivel negativo en la que se disputó el sábado el eslalom gigante y el domingo el supergigante.

La prueba, que alcanzaba su XXIV edición, la organiza el Esquí Club Cerler Aneto. «Hace 24 años se dejaron de hacer competiciones oficiales en U-10 y U-12 y decidimos coger el testigo. Luis Blanco y Joan Gómez, presidente y vicepresidente del club, después de darle muchas vueltas, decidieron empezar con una carrera divertida. Era una combi-race, una mezcla de disciplinas como un juego», explica Usoa Güerri, la directora técnica de la Pitarroy.

El primer año se apuntaron medio centenar de chavales. «A raíz de entonces, nos lo fuimos tomando en serio, iba creciendo cada vez más y ahora se ha convertido en la más grande de España de la categoría donde tenemos que establecer unos cupos. De lo contrario deberíamos acoger a 500 o 600 corredores», indica Güerri. Entre la Federación Española y el club se busca una solución para abrir la participación. «Nos gustaría absorver a más corredores, que no se tengan que quedar en casa y tengan todos sitio en el Pitarroy». La prueba es el ejemplo perfecto de integración de categorías. «El 50% son chicos y el otro 50% son chicas. Eso está muy bien. Y el valle se llena el fin de semana con un millar de personas».

El año que viene se celebrarán las bodas de plata de la competición. La junta directiva ya tiene en mente varias iniciativas. «Habrá que preparar algo importante. Estamos descansando un poquito, pero preparamos una sorpresa y tendremos un Pitarroy muy novedoso», confiesa Güerri. El trofeo se disputa en memoria de Carlos García Chapi. «Era un amigo y entrenador del club Cerler Aneto que lamentablemente falleció hace poco tiempo de un accidente», explica.

El Club Cerler Aneto es una de las grandes canteras del esquí aragonés y cuenta con 140 niños en diferentes secciones. «Comenzamos con niños de tres años, grupos de recreación, de competición, master, multiactividad, free-ride... Los llevan 15 monitores», indica. Su sueño es contar con un esquiador olímpico en alpino en el valle de Benasque como lo tuvo en fondo Martí Vigo en Corea. «En ello estamos trabajando. En el Pitarroy hemos tenido resultados muy brillantes. Carlota Martínez fue segunda en el gigante de U-10 y tercera Ainhoa Liza. En el supergigante y la combinada Carlota Martínez fue tercera», enumera.

La prueba estaba incluida en el circuito nacional Audi Quattro Cup y cuenta con 25 voluntarios. Acudieron chavales de toda España y muchos de ellos se prepararon en la pista Codornices durante toda la semana. «Montamos unos entrenos oficiales donde facilitamos los trazados». Junto al apartado competitivo tuvo su importancia la parcela lúdica. «Se montó una fiesta el sábado en el pabellón de Benasque, con entrega de premios, con juegos y un desfile de equipos. Es diversión pura y dura, que se mezcla con la faceta competitiva. Facilitamos a cada equipo una pancarta con el nombre y el logo de su club y los niños desfilaron por las calles de Benasque uniformados», concluye Usoa Güerri.