Lo que empezó como una amistad entre dos personajes famosos en Alemania, uno, un cineasta, actor y director (Til Schweiger); y el otro, un ciclista ganador del Tour de 1997 (Jan Ullrich), terminó con el exdeportista arrestado por la Policía Nacional, tras asaltar el chalet de Schweiger, en la zona de Establiments, en Mallorca, y amenazar a los asistentes a la fiesta que se organizaba en la casa. Ullrich fue puesto en libertad horas después, con una orden de alejamiento de 50 metros (las casas son colindantes). El cineasta ha relatado a la prensa alemana el laberinto de drogas y bebida en el que está inmerso el que fuera gran rival de Lance Armstrong en unos Tours tachados de la historia.

«Jan me decía que tomaba cocaína con receta para dejar las anfetaminas», relató Schweiger en el diario Bild: «Es capaz de fumar tres cigarrillos a la vez y se encuentra en una profunda crisis de autodestrucción personal desde que lo abandonó su mujer con sus hijos».

Ullrich hacía dos años que era vecino del cineasta y fue entonces cuando comenzó la amistad entre ambos. «Era casi de la familia», añade Schweiger. «Cuando lo dejó su mujer empezó a tomar anfetaminas y me decía que solo dormía dos horas. Comenzaba tomando cerveza a las 6 de la mañana y seguía durante todo el día. Me dijo que tenía una receta para tomar cocaína porque era menos dañina que las anfetaminas. Me explicaba también que no quería envejecer. Solo deseaba recuperar su dinero para que sus hijos pudieran tener un buen futuro».

El viernes, Schweiger celebraba una fiesta en el jardín de su casa. Ullrich no había sido invitado pero se las ingenió para entrar. «Cogió una escoba y empezó a atacar a un invitado». El cineasta avisó a la policía. «Lo tuvieron seis horas esposado a pesar de que yo les explicaba lo que había ocurrido. Si no quiere morir, necesita ayuda», dijo de Ullrich, que cerró su etapa como ciclista en el 2006 tras ser identificado como principal cliente de Eufemiano Fuentes en la operación Puerto.