Ducati, pese a contar con la mejor moto y la mejor pareja del Mundial de MotoGP (Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso), vive horas de enfado. Debería ser con ella misma, por dejar escapar a todo un tricampeón del mundo, que ahora gana. Pero no, está indignada por cómo se resolvió, a primera hora de la tarde del pasado domingo, la suspensión del GP de Gran Bretaña, en un circuito impracticable y suicida en cuanto cayeron cuatro gotas.

Con estilo sibilino, que recuerda al Valentino Rossi de sus peores épocas, la firma de Borgo Panigale ha denunciado que los pilotos que no querían correr se aliaron para hacerles el vacío en la decisión final, tomada materialmente por unanimidad (solo el australiano Jack Miller quería correr), en la Comisión de Seguridad. «No nos invitaron», dicen desde Ducati. Todas las partes implicadas, todas, desmienten este extremo. «Es más», señala un portavoz de la compañía Dorna Sports, organizadora del campeonato, «Davide Tardozzi, director deportivo, estaba fuera del camión-oficina de IRTA, asociación de equipos, donde se celebraba la reunión definitiva. Señal de que lo sabía».

«Yo, cuando no vi a Dovi (Andrea Dovizioso) en la reunión, me extrañó», señaló Marc Márquez una vez suspendido todo el GP. «Y me sorprendió porque Dovi no suele fallar a ninguna de estas reuniones. Sí vi a Jorge (Lorenzo), que suele venir menos, y, por tanto, no le di importancia. Yo estaba en mi camión, matando el tiempo, y un miembro del equipo me dijo que nos reuníamos en las oficinas de IRTA. No sé más».

«No sabía nada, nadie me informó. Yo creo que, como poco, la convocatoria fue anómala y conviene no repetirla así. No cuestiono la decisión, probablemente justa, pero no sabía nada», aseguró Dovizioso. Todo muy extraño, pues Valentino Rossi, que sí fue avisado, declinó la invitación. Desde los incidentes con Márquez, no suele acudir a estas reuniones. «No iré, no, pero estaré de acuerdo con lo que decidan los demás compañeros», señaló el Doctor, que pensó que Márquez se había convertido en el líder de la movida, empezando a ocupar ya su lugar icónico en el paddock.

«Me queda la sensación de que los pilotos que no querían correr (es decir, todos menos Miller) promovieron esa reunión para cerrar el tema», dijo Paolo Ciabatti, team manager de los italianos. La prensa italiana aseguró que fueron Aleix Espargaró y Dani Pedrosa quienes pidieron la convocatoria definitiva. «A partir de ahí», escribía ayer La Gazzetta dello Sport, «surgió un tam-tam en todo el paddock mediante el cual fueron convocados los pilotos».

Tanto Mike Webb, director de la carrera, como los excampeones del mundo Loris Capirossi y Franco Uncini, enlaces con los pilotos y responsables de la seguridad en los circuitos, rechazaron la tesis de Ducati. «Todos fueron avisados, todos», señaló Capirex.

«Era imposible correr en esta pista y así empezaron a comentarlo los pilotos desde el mismo viernes», asegura Capirossi. «Yo, que fui el primero que salió a pista, como hago en cada gran premio para comprobar que la señal de las on board es correcta en todo el trazado, ya avisé de que la pista iba a convertirse en un peligro si llovía», cuenta Enrique Sierra, técnico de Dorna TV.

Contó Uncini que cuando el 9 de julio leyeron las declaraciones del campeonísimo británico de F-1, Lewis Hamilton, tras la celebración del GP en Silverstone («han hecho un auténtico desastre con este nuevo reasfaltado, pues la pista tiene más baches que Nordschleife, que tiene ya 100 años»), consultaron con Pringle, el director del circuito, que les aseguró que no había «ningún problema».