El rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Llorenç Huguet, ha lamentado este martes que la polémica generada por algunos miembros de la comunidad universitaria argumentando errores de procedimiento haya frustrado la concesión del doctorado honoris causa al tenista Rafael Nadal. El número uno del tenis mundial comunicó este lunes a la UIB que renuncia a ser reconocido con la máxima distinción de centro universitario para evitar verse envuelto en polémicas que puedan afectar además a la institución, lo cual ha agradecido el rector.

"Es curioso que mientras aquí le hacemos la guerra la ciudad de París le haya entregado las llaves de oro", ha afirmado Huguet, que a pesar de las discrepancias mantiene "que es una persona más que merecedora" del doctorado honoris causa. Huguet ha asegurado que las críticas por supuestos fallos en el procedimiento para la designación del deportista de Manacor "enmascaran" las razones reales de la oposición a su doctorado honorífico, pero ha declinado entrar a debatir las causas del rechazo.

"Pensábamos y continuamos pensando que tenemos al mejor embajador de Mallorca en todo el mundo", merecedor de que la UIB reconozca tanto su mérito deportivo como los valores que encarna, entre ellos el de la solidaridad, desarrollado desde que tenía 21 años a través de una fundación benéfica que lleva su nombre, ha destacado el rector en el transcurso de una rueda de prensa.

Historia del rechazo

Ha relatado que cuando su equipo directivo pensó en otorgar el doctorado honorífico al tenista, mantuvo una reunión con su padre, Sebastián Nadal, que aseguró que no era la primera vez que recibía una propuesta de honoris causa por parte de una universidad, pero que al tratarse de la de Baleares estaba seguro de que su hijo la valoraría, lo cual se confirmó con su posterior aceptación.

A partir de ahí, el consejo de dirección planteó formalmente la propuesta en una reunión en la que nadie expresó ninguna oposición, aunque inmediatamente después de hacerse público, a través de los medios de comunicación, empezaron a surgir voces discordantes.

Huguet ha expresado su sorpresa por las reacciones, se ha quejado de que no se plantearan en los órganos preceptivos y ha defendido que se hiciera pública la propuesta antes de su aprobación preceptiva en el Consejo de Gobierno, porque así se ha hecho en otras ocasiones y de todos modos se hubiera divulgado de forma extraoficial.

Sin polémicas

En este contexto, Nadal remitió al rector una breve misiva de renuncia al reconocimiento en la que expresaba su satisfacción por haber sido propuesto, argumentaba que no quería verse envuelto en polémicas ni perjudicar a la universidad y deseaba éxito a la institución. Huguet ha hecho hincapié en el pleno merecimiento de la distinción y se ha mostrado comprensivo y agradecido con la actuación del tenista, la primera persona que rechaza un doctorado honoris causa de la UIB.

"Pensamos que el futuro nos deparará nuevas oportunidades", ha confiado el rector, quien ha eludido responder a las preguntas sobre si tras el rechazo al nombramiento de Nadal subyace una crítica a su actitud de mantenerse al margen de disputas sobre la lengua catalana.

El vicerrector de Campus, Cooperación y Universidad Saludable, Antoni Aguiló, ha incidido en que además de los innegables méritos deportivos de Nadal, "una figura excepcional como deportista", con su designación la UIB pretendía "acercarse más a la sociedad" reconociendo la importancia cultural del deporte, ensalzar los valores positivos que representa el tenista de Manacor y divulgar su actividad solidaria.