Cuando parecía que el partido iba a finalizar con el empate inicial llegaron los goles que le dieron la victoria al Universidad. En una buena mañana, con un campo en no muy buenas condiciones y una aceptable entrada, los espectadores presenciaron un partido con dos partes muy diferentes, una primera que es mejor dejar en el olvido, y una segunda en la que ambos equipos cambiaron su actitud, viéndose un encuentro más entretenido en el que cualquiera pudo llevarse el gato al agua.

Durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, el partido fue un cúmulo de despropósitos, sobre todo en tareas ofensivas. Las defensas pararon sin problemas a las delanteras, en las escasas ocasiones en las que el balón salía con algo de sentido de la zona medular del terreno del juego, donde anduvo casi todo el rato. En este primer periodo ambos porteros podían haberse situado en la grada, pues se convirtieron en dos espectadores más. De esta manera, no podía ser de otra forma, se llegó al descanso con el empate inicial.

Afortunadamente la segunda mitad no ser pareció en nada a la primera, resultando mucho más interesante, algo que no era muy complicado. Ambos equipos saltaron al terreno de juego con ganas de resolver el choque a su favor, el peligro rondaba por igual en ambas porterías, aunque el mal estado del campo favorecía al Sariñena. El partido se rompió en el último cuarto de hora, cuando los locales dominaron más, teniendo entonces sus mejores ocasiones. El gol se mascaba a favor de los locales, y éste llegó en el minuto 81, con algo de fortuna para los locales, en un centro chut de Aranguren, que introdujo el balón por la escuadra con la colaboración del meta Héctor. Hubo unos minutos en los que tanto podía llegar el gol de la sentencia como el del empate, y el que acertó con la portería fue Jorge García, que recogió un rechace del portero visitante.