El trono de Usain Bolt en la historia del atletismo quedará en entredicho por una circunstancia ajena a su voluntad. El positivo de dopaje de su compatriota Nesta Carter en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, detectado por la política de reanálisis emprendida hace un tiempo por el Comité Olímpico Internacional (COI), ha conllevado la descalificación del equipo jamaicano de relevos de 4x100 metros y, por consiguiente, provocará que tanto Usain Bolt como los otros dos componentes del cuarteto, Asafa Powell y Michael Frater, se queden también sin la medalla de oro obtenida en la capital china.

Un disgusto para todos, pero sobre todo para Bolt, que en los dos Juegos posteriores (Londres 2012 y Río 2016) repitió el triplete 100-200-4x100 para hacerse con un total de nueve títulos olímpicos, empatando en el Olimpo de los dioses atléticos con el fondista finlandés Paavo Nurmi y el velocista y saltador estadounidense Carl Lewis, los únicos que también atesoraban nueve medallas de oro.

Bolt ya se veía venir la noticia desde que, el pasado mes de junio, el COI dio la primera noticia de un positivo de Carter en el 2008. Carter, especialista en la primera posta del relevo corto, era uno de los pilares del equipo, ya que también formó parte del cuarteto jamaicano que ganó el oro olímpico en Londres 2012 y los títulos mundiales del 2011, 2013 y 2015, medallas que, de momento, no están en cuestión. Powell, integrante de alguno de estos relevos, también cumplió una sanción de seis meses por dopaje.

«Esto no cambiará para nada mi legado. Por supuesto, me decepcionará perder esa medalla, pero así es la vida. ¿Qué puedo hacer? No tengo ningún control sobre eso», declaró Bolt en la última noche de los Juegos Olímpicos de Río, en agosto. Jamaica deberá devolver su oro de Pekín 2008 y Trinidad y Tobago ocupará la primera plaza, por delante de Japón y Brasil. El COI también anunció ayer la descalificación de la rusa Tatiana Lebedeva.