Patrick Kluivert tiene una cita esta noche. Es jueves y hay Copa. El delantero holandés tendrá que rascarse el bolsillo para pagar una multa por llegar tarde al entrenamiento del lunes, pero Frank Rijkaard no llevará el castigo al terreno deportivo. Así que Kluivert formará parte del Bar§a que hoy recibirá al Zaragoza con el deseo de encarrilar la eliminatoria de cuartos de final.

Como suele ocurrir con frecuencia en el Camp Nou, el partido ha quedado en un segundo plano. Casi siempre hay algo más de qué hablar, sobre todo, cuando algunos de los protagonistas se empeñan en dar qué hablar. Kluivert tiene una especial facilidad para estas cosas y procovar, por ejemplo, que el entrenador tenga que responder a un sinfín de cuestiones que preferiría no tener que escuchar. Baste un ejemplo. "Cuando habló con Patrick el lunes ¿estaba borracho?", llegaron a preguntarle ayer. "Yo no lo noté, no lo sé", respondió.

La directiva ha desestimado abrirle un expediente, que implicará una multa mucho más elevada, simplemente porque no tiene pruebas más allá del retraso y porque no quiere devaluar al jugador ante un posible traspaso a final de temporada. Rijkaard desveló que Joan Laporta entró "por casualidad" en su despacho cuando él estaba hablando con Kluivert sobre este tema.

Rijkaard asegura que Kluivert está en forma. "En todos los tests que ha hecho está mejor que a principio de temporada", aseguró. Un argumento que le sirve para mantener su confianza en él. Incluso al lado de Saviola, con quien ha dejado de ser incompatible como pensaba hace unas semanas. Los dos pueden coincidir hoy en la alineación.

Valdés regresará a la portería --Rustu estará en el banquillo y Jorquera entrenará con el filial--, Oleguer seguirá en la defensa y Oscar López ocupará la plaza de Van Bronkhorst, convaleciente de una operación dental.