El Valencia jugará este año la UEFA. No pudo superar al Werder Bremen, que sentenció el partido en los últimos minutos con dos goles de Valdez. El grupo de Ranieri, que se hubiera clasificado si hubiera ganado por 1-0, no superó la tensión del encuentro y naufragó en su casa con un fútbol directo y nada creativo. El centro del campo nunca existió, lo que aprovechó el Werder Bremen para mantener la posesión del balón y jugar al ritmo que más le convenía para anular al Valencia

Claudio Ranieri quiso transmitir tranquilidad a sus jugadores antes de iniciar el duelo. El técnico italiano les repitió una vez más que el partido sólo se podía ganar a través de la paciencia y de la inteligencia. El Valencia sólo tenía que marcar un gol para estar en octavos, y, sobre todo, que los alemanes no batieran a Cañizares. Un gol alemán significaba que el Valencia debería marcar tres. "No hay que volverse locos", dijo a sus jugadores antes de pisar el césped de Mestalla.

Pero la presión pesó en el grupo de Ranieri. Los jugadores valencianistas intentaron cubrir a Cañizares y salir para arriba en busca de Mista, pero su juego fue irregular, muy espeso y precipitado, que provocó que el portero alemán apenas tocara el balón. Sucedió que el primer gol estuvo más cerca de la portería de Cañizares. Micoud pudo adelantar en el minuto 27.

MUCHOS NERVIOS Parecía que los nervios iban comiendo las ideas del Valencia, al que le costaba demasiado llegar al área visitante porque quería acercarse demasiado rápido. La ocasión más clara estuvo en la zurda de Mista, pero Stalteri le sacó el balón en el último segundo (m. 36). La primera intervención del portero alemán llegó en el minuto 40.

Ranieri se la jugó al sacar al tridente (Vicente, Corradi y Di Baio) para buscar el gol de la clasificación. Ahí ordenó que el fútbol fuera aún más directo. El asunto era el pase largo para los puntas. Nada más. Precisamente Di Vaio envió un balón al travesaño tras recoger un balón largo de Cañizares (m. 65). Navarro también pudo marcar poco después (m. 79). Pero fue el Werder el que marcó en unos minutos finales para olvidar.