El Valencia se llevó los tres puntos ante el Real Mallorca en un partido en el que la ausencia de fútbol por parte de ambas formaciones fue la nota más destacada, si bien el acierto del equipo valencianista en dos acciones puntuales y esporádicas le permitió hacerse con la victoria.

El Mallorca comenzó con un ligero dominio, aunque sin llegar a crear peligro a Cañizares. Ranieri dispuso a su equipo para jugar al contragolpe. Las imprecisiones y la falta de ideas en el centro del campo volvieron a apoderarse del Valencia. Fue Moretti el que abrió el marcador al rematar de cabeza un saque de esquina. El gol animó más a la aburrida grada que al equipo de Ranieri. El Mallorca tampoco fue un dechado de virtudes en la creación de juego y su ímpetu inicial cayó ligeramente.

SENTENCIA En el segundo tiempo, el equipo valencianista pareció mejorar ligeramente, pero fue un espejismo. Su juego carecía de profundidad. Pero la historia volvía a repetirse y aprovechó un córner para aumentar su ventaja por medio de Rubén Baraja.

El Mallorca apenas inquietó y, cuando lo hacía, se debía más a deméritos de la zaga local que a méritos propios. La mejor oportunidad para los insulares llegó en el lanzamiento de un falta directa de Luis García. El balón dio en el exterior del poste.

La entrada de Aimar y Fabio Aurelio supuso una notable mejoría en el juego. El buen criterio del argentino y la velocidad y movilidad del brasileño aportaron más fluidez al ataque. La nota triste fue la lesión de Sissoko.