Ernesto Valverde no se deja engañar por la situación idílica que vive ahora el Barça, líder en la Liga y en la Champions. En el tercer mes de competición, no ha olvidado el primero; la primera quincena, para ser exactos, cuando la doble derrota ante el Madrid en la Supercopa de Europa anunciaba un negro futuro de su carrera en el banquillo del Camp Nou. «Ahora que las cosas van bien nos damos abrazos y y todo es muy bonito, pero sabemos que esto se puede torcer por un córner mal tirado», explicó gráficamente Valverde, acentuando su escepticismo ante la momentánea felicidad que planea sobre el club.

Él todavía no se ríe, consciente del voluble estado de opinión de los culés. No en vano, le recitaron las vicisitudes que han pasado en los primeros cien días que lleva en el Barça y tuvo que pedir «para, para» ante la cascada de sucesos, que no acontecimientos, que ha visto. Solo faltaría que al Málaga, el colista de la Liga con un solo punto, se le ocurriera dar la sorpresa en el Camp Nou como tiene por costumbre. El Barça solo le ha ganado una vez en tres temporadas y por 1-0.

«Desde luego, aburridos no han sido los cien días; esperemos que los próximos cien sean más tranquilos», dijo, contento de que el equipo remontara aquel momento crítico de agosto. Valverde ha procurado esquivar todos los asuntos, aunque alguno, como la marcha de Neymar, le afectara directamente.

Prudente y desconfiado, Valverde recordó que el Málaga de MÍchel despojó al Barça de Luis Enrique de sus opciones de ser campeón la pasada campaña. El nuevo inquilino del banquillo azulgrana no se sentirá el verdugo del técnico malaguista si el Barça gana y le destituyen. «Yo también he pasado por momentos difíciles y en estas situaciones lo que tienes que hacer es multiplicarte y salir al campo a morir», analizó Valverde, que antes del entrenamiento daba por descartado a Jordi Alba, que no pudo jugar el miércoles por una sobrecarga en el aductor derecho. En cambio, Luis Suárez, aseguró, mejora de las molestias en la rodilla. El Málaga, por su parte, ha perdido a cuatro futbolistas respecto a la última jornada. Arda Turan recibió el alta pero seguirá fuera de las convocatoria.

Enfrente, el entrenador del Málaga dice que «sólo hay una manera de salir» de la situación tan grave que vive su equipo, colista con un punto en ocho partidos, y es «teniendo confianza, siendo responsable y trabajando cada uno en su parcela».

«No conozco a nadie que en un deporte colectivo salga del problema solo. El año pasado salí por mis jugadores y quedé muy bien por ello, y esta temporada voy a quedar igual por ellos», aseveró el técnico, quien comentó que le ha dicho a sus futbolistas que ante el Barcelona «imaginen que fuera el partido de la jornada» y que, aunque Ernesto Valverde le dijese cómo van a jugar, «aún así sería dificilísimo».

Por último, Míchel explicó que su equipo va con intención de lograr la victoria en el Camp Nou. «No es fácil, pero hay tres puntos y vamos a disputarlos hasta donde podamos y, si es hasta el final, pues mejor», señaló el técnico, quien agregó que «beneficia ir sin presión», aunque el Barcelona «es claro favorito».