No es un partido más. Ni tampoco una jornada cualquiera. Ni un domingo de tantos en una larga Liga. Es un día singular en Barcelona en todos los sentidos. Hasta para Valverde, empeñado como está el técnico en ese proceso de construcción, o reconstrucción, del Barça. Viene de encadenar un inicio de Liga irreprochable (seis triunfos en seis partidos, 20 goles a favor, solo dos en contra), unido a sus dos victorias en la Champions: Juve y Sporting de Portugal. «Queremos llegar al parón de Liga con una buena sensación haciendo un pleno de victorias», señaló el entrenador antes de recibir a la UD Las Palmas en el Camp Nou (16. 15 horas).

Es un domingo diferente en Cataluña por el referéndum, como reconoció Valverde. «Lo que esperamos es que además de ganar el partido es que también haya calma y respeto entre todos», recalcó el técnico azulgrana, que necesita cerrar «la primera etapa» de la temporada, como así la definió Valverde, con un triunfo que sellaría un arranque perfecto: 21 de 21. En ese espectacular inicio, Messi ha sido, con nueve goles (el 45% de los 20 del equipo), la pieza maestra. Con 30 años jugará hoy su partido 594 con la camiseta azulgrana, superando a Puyol, que llegó a 593 con 36 años.

Tras la hecatombe de la Supercopa con el Madrid, el Barcelona se ha levantado con fuerza. «Trato de ser lo más amable que puedo e intento no meterme en muchos líos que no son necesarios», concluyó el técnico. En el Barça vuelve Deulofeu. Y Digne, Alcácer y Arda son bajas por decisión técnica, Rafinha y Dembélé están lesionados y Vermaelen se queda fuera por gastroenteritis.