No es nada nuevo, sostiene Ernesto Valverde. Lo dice sin darse importancia alguna. Estaba ya inventado, recuerda el técnico como si fuera ajeno a la nueva mutación futbolística de Leo Messi. Habla el Txingurri como si no estuviera en el banquillo del Barça. Pero él tiene, y mucho, que ver en la refundación del 10, que aparentemente juega de falso nueve, aunque, en realidad, ocupa toda las zonas del campo, bajando incluso a presionar a la defensa. Es un falso nueve, pero no tiene nada que ver con el de Guardiola (allí no había nadie por delante suyo y hasta se prescindió de Ibrahimovic, mientras que ahora anda Luis Suárez), pero no deja de anotar goles como un nueve de toda la vida.

Parece similar a lo de Pep, pero es diferente, aunque tienen algo en común. Ambos conectaron a la primera con la estrella. En este verano del 2017, Valverde ha diseñado una nueva estructura táctica para que el genio está aún más cerca del área. «He sufrido mucho a Leo enfrente, ahora tengo la suerte de tenerlo al lado. Su implicación es total», asegura Valverde.