La ilusión también ha viajado a Málaga. 159 aficionados (en total serán casi 350), patrocinadores, consejeros y autoridades se desplazaron en vuelo chárter hasta la ciudad andaluza con un objetivo claro: «Vamos a ganar la Copa», decían los seguidores haciendo brillar la bufanda con leds que regaló el club. En la expedición viajaba el presidente, Reynaldo Benito, junto a los consejeros Emilio Garcés y Alberto Sainz. También el director general de deportes del Gobierno de Aragón, Javier de Diego, y el presidente de los populares aragoneses, Luis María Beamonte. No faltaba gente del baloncesto como Alberto Alocén y familia, Fernando Arcega, Luis Estiragués, Pedro Meléndez

Iván, Daniel, Alejandro, Manu, Víctor, Javier y José tenían previsto ir a la Copa incluso sin el Casademont. «Nosotros llevamos yendo a unas cuantas. Si no está el Casademont uno va con el Barça y otro con el Madrid», explica Iván. Este grupo de amigos, abonados del club, tienen claro el objetivo del viaje. «Vamos a ganar la Copa. Nosotros no somos humildes como Fisac. ¿Si no para qué venimos? El domingo nos traemos la Copa. Y aunque no ganemos, también», decían divertidos.

No obstante, lo que destacan es el ambiente que se vive en el pabellón. «El rollo que hay entre aficiones es la leche.Ver a ocho aficiones metidas en el mismo sitio y que nunca pase nada, que siempre te lo pases bien», indican. Para la familia Esteban, Julio, Ulises, Emilio y Natalia Antas, Málaga será la primera Copa. «Somos de una empresa pequeñita de servicios, somos patrocinadores del club, y nos animamos a venir para seguir apoyando al equipo», explica Natalia, que también tiene claro el objetivo: «Volver con ella en el avión». «Y disfrutar, sobre todo disfrutar y pasarlo bien por allí», añade Julio, que sí ha estado en alguna Copa con el Basket Zaragoza. El pequeño Ulises se va a perder clases y, este fin de semana, un partido decisivo de su Liga, pero llegó al aeropuerto después de cumplir con sus dos exámenes. Cuando le preguntan qué va a hacer el Casademont Zaragoza en la Copa, no duda: «Ganarla».

Otra familia que se ha desplazado es la de Carlos Alocén. Su padre, Alberto, jugó dos con el Magia de Huesca, en Valladolid y en Galicia, y hace seis años estuvo en Málaga... en la Minicopa. «Estuvimos en el 2014, que jugaron la Minicopa tanto Carlos como Vit. Fue muy divertido, estuvimos también en el partido de cuartos que ganó el CAI al Unicaja», rememora. La ilusión también viaja con la familia Alocén. «Vamos con toda la ilusión del mundo. El equipo se ha ganado el derecho a que todos confiemos en ellos. Después pasará lo que tenga que pasar pero vamos con las expectativas más altas que pueda haber». Como participante en una Copa elogia el torneo. «Es diferente a todo, el ambiente, los equipos juntos en el mismo hotel, es un ambiente buenísimo de baloncesto puro. Es el mejor torneo que se puede hacer en estos momentos de baloncesto», afirma. Por eso a su hijo solo le ha dado un consejo. «A carlos lo que le he dicho es que saboree cada minuto de esta Copa».

La voz de la experiencia es Fernando Arcega, dos veces campeón del torneo que ha perdido la cuenta de cuántas fases finales disputó con el CAI. Acude a la cita como responsable de Ibercaja, como exjugador invitado por la ACB y como seguidor del Casademont. «Es una fiesta del baloncesto y hay que disfrutarla. A partir de ahí, todo lo que venga será bueno. Por la experiencia que tenemos nosotros, cuando ibas de favorito te cargaba de una responsabilidad que muchas veces no se era capaz de asumir. Es mejor aprovechar el momento del equipo, que es bueno, y ver qué pasa. Los cruces son buenos pero en la Copa no se puede vaticinar nada. Que disfruten del juego», explica Arcega.