En el vestuario del Huesca son sabedores de la importancia del choque contra el Celta de Vigo. Tanto que ayer Juanpi Añor no dudó en afirmar que es «la madre de todas las finales» y un partido «a vida o muerte». «El equipo está mentalizado de lograr los tres puntos. Todavía se cree y se puede», resaltó el venezolano.

El medio también comentó que «el mensaje del míster, del cuerpo técnico y de todos los compañeros es optimista» por el juego desplegado ante el Real Madrid, pero también reconoció que quedan «nueve finales», empezando por la del Celta. A pesar de los siete puntos de distancia, Juanpi afirmó que «dependemos de nosotros» y que el camino para la victoria, a pesar del buen estado anímico del Celta tras remontarle al Villarreal, es «seguir con la humildad, el sacrificio y el trabajo que estamos haciendo para seguir creciendo».

El capitán azulgrana, Xabi Etxeita, también reconoció la enorme importancia que tiene para la salvación el choque contra el conjunto celeste: «Hay que ir a por los tres puntos para seguir en la pelea. Es un todo o nada y vamos a ir decididos a por ello», dijo.

Por su parte, Damián Musto confesó que «es un partido trascendental». «Cada vez se va achicando más el embudo y lo bueno es que tenemos partidos contra rivales directos. La primera final es el miércoles (por mañana) y es contra un rival durísimo, que viene de dar la vuelta a un partido de manera impresionante. Tenemos que confiar en lo nuestro», reiteró el centrocampista argentino del Huesca.

En Vigo tampoco son ajenos. Ayer se entrenaron a puerta cerrada, pero el club anunció que se podrá ver el partido en la sede de la entidad con pantallas gigantes para dar aliento a los suyos a pesar de la distancia entre ambas ciudades. Los dos equipos se juegan la vida en las últimas nueve jornadas y quieren jugar con todas sus armas para lograr la victoria.