La toma de contacto inicial de Imanol Idiakez ha superado sus expectativas. «En general me he encontrado una mejor versión de lo esperado», reseñó. Buen síntoma, sin duda, tras solo dos días de trabajo grupal y cuatro desde que empezaron las pruebas médicas. «La energía que hablaba en mi presentación, la conexión con La Romareda está muy dentro del vestuario y eso lo tenemos que agarrar fuerte. Ese es el vehículo que nos tiene que empujar. He visto un vestuario sano, unido y con una mezcla de jóvenes y veteranos con mucha hambre. Veo mucha ilusión ahí adentro», añadió el entrenador del Zaragoza.

Esa mejora en las vibraciones esperadas es una muy buena señal en un grupo donde muchos continúan tras el tremendo varapalo que supuso no subir con aquella cruel eliminación a manos del Numancia. «Lo que pasó fue muy duro para todos, pero el vestuario ha sido capaz de quedarse con lo bueno y darle la vuelta. Creo que el dolor ha dejado paso a la ilusión y estamos todos con la intención de que esa experiencia sirva para las futuras», sentenció Idiakez.

Ve el técnico donostiarra a un grupo con muchas ganas, que ha llegado muy enchufado y «eso facilita mucho las cosas al entrenador», recalca, antes de mostrar su paciencia para completar una plantilla que ahora mismo está ya muy delimitada. «Tenemos un bloque muy formado», advirtió, antes de admitir que falta un punta, con la apuesta de Marc Gual a la espera de que el Sevilla dé la luz verde en una operación pactada ya, y un central zurdo. Quizá un segundo ariete más, aunque eso Imanol no lo reconoce. «Son matemáticas. Se han ido Borja Iglesias y Mikel González y buscamos dos jugadores que nos puedan dar en esas posiciones. Vamos con la tranquilidad de que van a aparecer y que serán lo que queremos. A todos nos gustaría tenerlos lo antes posible, pero entre urgencia y acertar preferimos acertar. No somos los más poderosos del mercado y eso nos obliga a tener paciencia».

Idiakez no se salió un ápice de lo expuesto por Lalo Arantegui, porque aquí «está todo consesuado», también en lo referente al central zurdo buscado: «Tenemos tres centrales de perfil diestro, aunque se pueden adaptar a la izquierda, y sería un buen recurso encontrar un central zurdo. Si aparece, bien y, si no, trataremos de traer la mejor opción».

MENSAJE AL FILIAL / De momento, Idiakez se muestra contento de la adaptación de los nuevos, sobre todo de James y de Jeison Medina, que no conocían la Liga española, aunque «han venido a un grupo hecho y eso ayuda mucho» y recalcó que la apuesta por el filial, con cinco canteranos (Sergio García, Torras, Soro, Nieto y Clemente, a los que ayer se unió David Vicente) en esta pretemporada, exige paciencia: «En el filial hay mucha gente joven con nivel y calidad, pero con la cantera no podemos correr. Si queremos un Zaragoza de canteranos, hay que ser muy firmes en las decisiones, pero no podemos regalar la camiseta del Zaragoza a nadie. Hay que poner el listón muy alto. Defender esta camiseta no es cualquier cosa. Este filial es muy joven y hay que dejarles madurar, sin precipitarnos», reseñó.

Destila tranquilidad y seguridad en cada declaración el nuevo entrenador zaragocista y también lo hace cuando habla de los jugadores con molestias. A Toquero, que le queda un mes de baja por su artroscopia en la rodilla, no le espera el técnico en un buen plazo, teniendo en cuenta que el delantero vasco está en la rampa de salida. Mientras, Guti y Eguaras están en el tramo final de la recuperación de sus respectivas pubalgias.

«Los dos tienen un problema de pubis. Y es una zona difícil para un futbolista. Es una lesión latosa. A veces arrancas y después paras. Y la idea es curar bien para que no haya recaídas. Por eso no nos marcamos plazos, depende de las sensaciones del jugador. Queremos que cuando empiecen sea definitivo», resaltó el entrenador del Zaragoza. Con todo, la incorporación de ambos será progresiva y no hay dudas de que empezarán bien la Liga. Por último, el técnico se refirió a la posición de Pombo, si debe jugar en la mediapunta o más arriba. Y eso, desde luego, no le preocupa: «A los buenos futbolistas los veo en cualquier sitio y Pombo lo es. Mi objetivo es que cada vez sea mejor», concluyó.