El ciclista aragonés Ángel Vicioso, que tuvo que abandonar el Giro de Italia por culpa de una caída en la que sufrió una fractura de fémur, comenzó ayer a caminar, solo dos días después de someterse a una operación en Roma, según informó su equipo, el Katusha. Ayudado por un andador, el ciclista aragonés comenzó a dar sus primeros pasos en un pasillo de la planta en la que permanece ingresado en el hospital romano Villa Stuart.

De mantenerse su actual evolución, Ángel Vicioso podría recibir el alta a finales de esta semana. Una vez en su domicilio, el ciclista del Katusha deberá continuar su recuperación para abrir lo antes posible el largo proceso de rehabilitación. El aragonés se cayó el jueves pasado durante una caída masiva en la sexta etapa del Giro y sufrió una triple fractura del fémur derecho.

Al día siguiente fue operado en Roma con éxito durante tres horas y media. Ese mismo día también se retiraron sus compañeros de equipo Joaquim Purito Rodríguez, con tres costillas y el pulgar izquierdo fracturados; y el italiano Giampaolo Caruso, con una fractura de escafoides y molestias en la cadera izquierda. El accidente que involucró a los tres ciclistas del Katusha llegó a afectar a más de 80 ciclistas, haciendo de la etapa una de las más caóticas en el ciclismo de los útlimos años. De hecho, los cuerpos médicos del Giro se quedaron sin ambulancias para asistir a todos los ciclistas heridos e incluso los médicos de los equipos ayudaron a los caídos.

LA RONDA VUELVE HOY Mientras, ayer fue la segunda jornada de descanso de la carrera italiana, que se reanuda hoy con la décima etapa, con salida en Módena y llegada en Salsomaggiore, y que recorrerá 184 kilómetros. En la etapa del domingo, el holandés Pieter Weening (Orica) consiguió la victoria en el segundo final en alto, pero el australiano Cadel Evans (BMC) conservó el liderato. El también italiano Domenico Pozzovivo llegaba segundos después, superando en la recta final al australiano Cadel Evans, que sigue líder de la carrera italiana.

El colombiano Nairo Quintana (Movistar), uno de los principales favoritos, advirtió ayer de que todavía "queda lo más duro por delante y las etapas más exigentes". Y añadio: "El de hoy (por ayer) era un día que estábamos esperando, porque llevamos ya nueve días dando pedales y la fatiga se va notando. Además, con las dos últimas etapas, que han sido duras, y especialmente por los golpes de la caída. Necesitábamos un descanso físico, pero, sobre todo, mental, de desconectar un poco de la tensión del día a día de la carrera", afirmó. "De momento el balance es bueno porque, pese a no encontrar mis mejores sensaciones, no he cedido tiempo con los favoritos", dijo Quintana.