Final de la partido. Antic tarda 35 minutos en subir a sala de prensa y, cuando lo hace, se muestra contundente: "Me siento superado por la situación. Es muy duro para un profesional sufrir semana tras semana toda clase de contratiempos. Estamos viviendo una situación muy complicada y considero que se necesita un revulsivo", señaló el técnico del Celta. Eso mismo les dijo a la directiva celeste tras perder ante el Zaragoza de Víctor Muñoz, que, por cierto, ya provocó la dimisión de Benito Floro en el Villarreal después de la derrota por 4-1 en La Romareda.

Ahora, puede provocar el adiós del que fue su compañero de equipo en el conjunto aragonés durante dos temporadas. De momento, Antic está decidido a marcharse, aunque el consejo del Celta, tal y como explicó su director deportivo, Félix Carnero, va a esperar a una reunión con el técnico hoy para tomar una decisión. Eso sí, le pidieron al serbio que se lo pensase y que calibrara con tranquilidad si se ve con fuerzas.

Ajeno a todo esto salió Víctor Muñoz a la sala de prensa. "Ha sido un triunfo muy trabajado", repitió varias veces después de un partido que acabó con tres puntos en el casillero zaragocista para acercar al equipo hacia la deseada permanencia. "Es una victoria muy importante y valiosa, porque la primera final la hemos resuelto ganando ante un rival directo al que dejamos muy tocado. Ahora, tenemos que seguir en la lucha, pero miramos todo de forma distinta, con los dos próximos partidos en casa", añadió.

RENTA TRANQUILIZADORA Esa diferente mirada llega también por los siete puntos de renta que maneja el Zaragoza con el descenso --todo un salvoconducto a falta de ocho jornadas--, después de lograr el triunfo en Balaídos. "Estuvimos muy bien dispuestos sobre el campo y muy concentrados, aunque nos faltó profundidad arriba". Así resumió la primera parte Víctor, para destacar que en la segunda, "se dieron circunstancias, como el campo, que estaba lento, o el sol. Jugamos con inteligencia, ordenados ante un Celta que lo intentó sin fluidez. Fue un partido equilibrado hasta el minuto 75, cuando nos quedamos con un hombre más y fuimos superiores".

El técnico del conjunto aragonés sintetizó el encuentro jugado en Balaídos en "un choque propio de final de temporada, con mucha presión y poco juego", para después mostrar una cierta extrañeza por lo poco que arriesgó el Celta dada su situación en la tabla y justificar los muchos nervios que hizo en los últimos minutos. "Veía que lo teníamos ahí y se nos podía escapar. Con el 1-0 hicimos algunas cosas que no teníamos que hacer, pero se logró el triunfo", concluyó.