Víctor Muñoz se mostró al término del encuentro satisfecho por el triunfo, que confesó que había supuesto un gran esfuerzo. "Nos ha costado muchísimo. Era una victoria necesaria para la afición, los jugadores... para todos. Ha sido una victoria con el juego que requería un partido en nuestras circunstancias y contra el Alavés. Habíamos hablado y trabajado la presión que ejercen ellos y el partido era más difícil que los anteriores, pero gracias al esfuerzo y con un gol extraordinario lo hemos logrado. Nosotros no hicimos un juego muy vistoso, pero nos sirve para quitarnos el síndrome del último minuto. El juego quizá no fue muy bonito, pero sí la tensión y la lucha".

El técnico explicó los dos cambios del descanso, cuando entraron Rubén y Eldin. "Nieto no se encontraba demasiado bien y Jesús (Vallejo) tenía una pequeña molestia en el cuádriceps. Hemos esperado hasta el último tramo para reforzar un poco el el centro porque habían metido dos puntas grandes. Fue en perjuicio del juego, pero Íñigo estaba muy cansado también", explicó Víctor, que también habló de la entrada de Diogo por Galarreta. "El público tiene tanta motivación que no conoce los detalles, y ese público es exigente. Para eso estamos los profesionales, que sabemos cómo está Galarreta en el minuto 80 y lo que puede aportar Diogo en esa posición. Estamos para tomar decisiones en contra de lo que piensan los aficionados. Si nos hubieran empatado, la crítica habría sido feroz, pero ese es mi riesgo".

Víctor es consciente de que espera una temporada llena de trabas. "En Segunda hay que hacer casi siempre esto. La presión que ejercen los equipos no te permite jugar, solo en algunos momentos. En esos que se puede, lo hacemos. Todos los goles han sido de magnífica factura. Me gustaría hacer un juego más bonito, pero no nos lo permiten".

El preparador zaragocista admitió que los primeros 45 minutos habían sido más complicados pese a haber sido favorables en el marcador. "Hemos tenido más dificultades en la primera parte que en la segunda. En la primera, la presión del Alavés era mucha y nos robaban incluso en el centro del campo. En el segundo tiempo hemos perdido menos balones y por eso hemos tenido menos dificultades. Todos hemos aportado un gran esfuerzo, ningún jugador ha fallado".

El técnico, seguro de que si el equipo lograse el segundo gol "jugaría como sabe de verdad", expuso también que "jugando con dos centrocampistas como Galarreta y Dorca, los jugadores de banda tienen que ayudar mucho más y a veces es posible que el equipo se parta".