Víctor Fernández lo avisó cuando llegó al Real Zaragoza, en su presentación como técnico blanquillo y ayer, tras perder contra el Alcorcón, volvió a recordarlo, aunque avisando que no quería ser repetitivo, pero que es un mensaje claro: «Estamos condenados a sufrir desde el principio». Ayer el equipo aragonés dio un paso atrás que le vuelve a dejar muy cerca de los puestos de descenso a Segunda División B y lo hizo tras un duelo en el que tuvo más ocasiones que el cuadro alfarero, pero en el que no se mostró efectivo ni de cara a la meta rival ni a la hora de cerrar la propia.

Por ello, el preparador aragonés reconoció que «el fútbol resulta muy paradójico», ya que «llevamos dos partidos seguidos metiendo tres goles y hoy (por ayer) nos hemos plantado varias veces delante del portero y no hemos metido ninguna». Después, prosiguió, «un despiste nuestro nos ha costado un gol en la única vez que nos han llegado en el primer tiempo». De hecho, para Víctor, el equipo «creo que ha hecho un muy buen primer tiempo, con movilidad», pero como suele ocurrir, «mientras uno no domine una de las dos áreas está condenado a sufrir y padecer».

Ya en la segunda mitad, con el paso de los minutos, «nos han ido faltando más ideas y más fuerza» y la puntilla la ha protagonizado el segundo gol, obra también del exzaragocista Juan Muñoz, «que nos ha hecho mucho daño», tanto que «no hemos tenido la capacidad de reaccionar». A pesar de ello, Víctor Fernández cree el resultado final «es un castigo exagerado».

Ahí también entra en juego un concepto del que ya se acordó el técnico en Cádiz, que es «el otro fútbol». Víctor recordó que Eddy «estaba pidiendo las asistencias» y en el minuto 92 «ha hecho un esprint increíble». «Ese es el otro fútbol que nosotros no somos capaces de hacerlo ni creo que podamos aprender. Han jugado bien sus cartas y se han encontrado con un 0-2 absolutamente injusto», recalcó.

SIN AUTODESTRUIRSE

El preparador aragonés también se mostró contrariado por la división que hubo entre parte de la grada y algunos jugadores blanquillos y se refirió a ello como «un grave error por parte de todos» porque «lo peor que pudiera ocurrir es que apostáramos por la dirección de la autodestrucción». «Con estos jugadores nos vamos a salvar y a sufrir hasta el final. Nos falta un punto de fiabilidad que no tenemos, es evidente, pero estos futbolistas son los que van a alcanzar el objetivo de la permanencia. El sufrimiento es por parte de todos, pero es lo que toca y no podemos perder los papeles, la serenidad y la paz, porque el equipo está dando e intentando todo», explicó antes de confesar, con mucha franqueza y sinceridad, que estas palabras las dice «como zaragocista, no como técnico responsable del equipo».

También habló sobre James Igbekeme y la entrada de Boateng que le costó su salida del campo por lesión. Víctor dijo que «es un jugador vital para mí y para el equipo» y que «el rival ha sufrido muy poco castigo disciplinariamente hablando porque ha sido una entrada desproporcionada». No poder disponer de James, añadió, «nos ha afectado», igual que la baja de Guitián, que estuvo en el banquillo pero no jugó. «Son cosas que ocurren. Está enfermo y tenemos que jugar con otro y ya está», concluyó resignado Víctor Fernández.