"Es uno de los días más tristes del fútbol español". Con estas sentidas palabras, Víctor Fernández, entrenador del Deportivo, ha iniciado la rueda de prensa tras el encuentro que ha disputado su equipo contra el Atlético en el Vicente Calderón (2-0), cuando aún no había muerto el aficionado coruñés herido de gravedad en una reyerta entre aficionados de ambos equipos que se ha producido en la zona de Madrid Río a primera hora de la mañana. La víctima ha fallecido poco después en el hospital.

"Es un hecho deleznable y condenable. En el estadio éramos conscientes de ello, aunque no sabíamos hasta qué punto", ha afirmado, al contrario que Diego Pablo Simeone, que ha asegurado que no ha sido informado hasta el pitido final. "No teníamos una información muy exacta de lo que había acontecido, pero sabíamos que había sido un enfrentamiento terrible --ha detallado Fernández--. Las noticias eran muy rápidas. Primero te hablan de una simple pelea, después de una pelea que ha pasado a tener una dimensión importante, después que ha habido más heridos y que se han utilizado armas blancas... ".

El entrenador del Deportivo ha explicado que "no ha habido un planteamiento oficial de suspender el partido". "Daban información a cuentagotas. No nos ha dado tiempo a reaccionar ni a plantearnos lo que debíamos hacer", ha argumentado, dejando bien claro que "el futbolista y el técnico no tienen ni capacidad ni potestad para tomar esas decisiones". "Para suspender un partido, hay que tener toda la información concreta. Y nosotros, además, somos unos mandados en este aspecto", ha continuado.

"La violencia es lamentable. Vivimos en una sociedad donde hay mucha crispación, mucha desigualdad... No lo entiendo", ha concluido Fernández antes de retirarse muy afectado de la sala de prensa.