Lo dijo Víctor Fernández sin tapujos: «Va a ser un partidazo». Y después lanzó un mensaje repleto de ambición, de confianza en su equipo, y de respetar a un Albacete lanzado y que es líder, pero esperándole con los argumentos que da la reacción zaragocista, el buen fútbol y el carácter ofensivo que propone este Zaragoza. «Habrá que ser un equipo valiente y ambicioso y tendremos que arriesgar mucho. No les podemos esperar, porque tienen dinamita pura en los últimos 30 metros. Saben a lo que juegan y lo que quieren. Si imponemos nuestro control de juego tendremos muchas más opciones de ganar», aseveró el entrenador zaragocista, que centró su discurso en las lesiones, pero siempre lanzando un mensaje optimista.

Al Zaragoza le faltan Zapater, Papu, Guti, Lasure, Álex Muñoz o Grippo y Víctor vio ayer con terror el golpe que se dieron Soro y Verdasca. «Me perturban los muchos contratiempos de lesiones, en todos los partidos me guío muchas veces por temas de salud para los cambios. Y eso te condiciona. Pero, tranquilos, que veo bien al equipo, vamos a jugar muy bien y lo vamos a sacar. Va a ser una batalla tremenda, con mucho ritmo, necesitaremos mucha velocidad y acierto y a todos los jugadores el 100%. No podemos reservar nada», aseguró.

El choque enfrenta al líder y a uno de los mejores equipos en las últimas semanas, un Zaragoza que lleva cuatro victorias y dos empates en los últimos siete partidos. «Es que más allá de la clasificación es un partidazo. Son los líderes y en 25 jornadas solo han perdido tres partidos. Lo están haciendo muy bien, con una planificación deportiva excelente y un gran uso de los recursos. Es un equipo con orden atrás, con ritmo y sobre todo con dinamita arriba, con jugadores que hacen mucho daño, con capacidad para el gol», destacó el preparador del conjunto zaragocista.

Sin embargo, tanto halago significa máximo respeto, pero no implica ningún miedo. «A pesar de que hay un mundo en la tabla entre el Albacete y nosotros (18 puntos), una distancia fuera de lo normal, tenemos recursos suficientes para, acompañados de nuestra afición, poder ganar. Va a ser un partido de poder a poder Estos tres puntos nos reforzarían muchísimo más».

El choque tendrá uno de los mejores ambientes en el estadio de toda la temporada, algo que se explica en la incontestable mejoría que ha vivido el Zaragoza desde la llegada de Víctor: «Si estuviera en la grada iría más ilusionado, con más tranquilidad, sabiendo que la propuesta del equipo es ser ambiocioso y dominante porque jugamos en La Romareda y hay que hacerlo así. Como entrenador tengo mis inquietudes, llegaré al campo con más preocupaciones, que no inseguridades porque el equipo me transmite certezas», dijo Víctor que evitó cualquier mirada más allá del partido y hablar de otro objetivo que no sea huir de abajo.

Dejó claro el entrenador del Zaragoza que en Lugo hubo más cosas que no le gustaron y que, en la mayoría del partido, salvo en la fase inicial, no estuvo el equipo como él quiere. «Mi obligación es exprimir a los jugadores y todavía les queda para exprimir. Hay que tener más continuidad en el juego, realizar tramos más largos de buen fútbol y ser más regulares». Y marcar primero, lo que el Zaragoza no logra casi nunca. «Ya casi ni me acuerdo de lo que es eso. Sería muy importante lograrlo ante el Albacete».

GUAL, LA NOVEDAD

La lista del Zaragoza dejó solo la novedad de Marc Gual, por el lesionado Zapater. El ariete se quedó sin citar ante el Lugo y tampoco tuvo minutos ante el Oviedo: «Lo he visto feliz aparentemente, relajado y contento. Con una sonrisa en la cara, con buena actitud, despierto y sin bajar los brazos. Ha reaccionado, tiene opciones de jugar como todos y ojalá las aproveche», concluyó el técnico.