A Víctor Muñoz no se le puede negar que levantó el espíritu de un equipo muerto, que iba en caída libre tras al derrota en Ponferrada, con siete jornadas sin ganar y solo 3 puntos de 21 y con la amenaza real y absoluta de un descenso a Segunda B que habría tenido nefastas consecuencias. Eso es más que palmario, innegable, en el cómputo de virtudes del entrenador. Sin embargo, nueve jornadas con el técnico aragonés ya dan para un balance más global y en él los números no mejoran a los de Paco Herrera, que tuvo la ventaja de poder trabajar con el equipo desde pretemporada, aunque Víctor Muñoz también ha contado con el efecto revitalizador que siempre supone la llegada de un nuevo inquilino al banquillo.

El caso es que Víctor y Herrera casi clavan en estos momentos el porcentaje de puntos logrados como entrenadores en el Zaragoza, en torno al 44% de los puestos en disputa. Es decir, menos de la mitad, una muestra también de que quizá este equipo no dé más de sí. Por lo menos eso reflejan sus datos. El entrenador catalán se marchó tras esa derrota en El Toralín, con 39 puntos en el casillero del Zaragoza, que estaba a dos del descenso, sobre 90 posibles. Es decir, el equipo sumó con él a las riendas el 43,3% de los puntos.

Con Víctor el Zaragoza ha logrado el mismo número de victorias, de empates y de derrotas, tres. Ha ganado al Eibar y al Jaén en La Romareda y al Córdoba en el Nuevo Arcángel. Mientras, empató fuera con Numancia y Alavés y en casa contra el Sabadell y cayó a domicilio en Gerona y, en el Municipal, con el Deportivo y Las Palmas. Se ha alejado del fantasma del descenso, ahora a 5 puntos cuando quedan 9, pero el balance en números absolutos es más que similar, ligerísimamente superior. 12 puntos sobre 27, el 44,4%.