Víctor Lázaro, jugador del Rigar Litocián que resultó gravemente herido en la madrugada de ayer en un accidente de tráfico, se debate entre la vida y la muerte en la UCI del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza. El joven de 23 años, según fuentes del centro, permanecía al cierre de esta edición en estado crítico y las esperanzas de que sobreviva son mínimas. Lázaro padece un traumatismo craneoencefálico severo y contusión pulmonar consecuencia del grave siniestro ocurrido en torno a las 23.45 horas cuando regresaba con su equipo después de jugar un encuentro de Liga en L´Hospitalet. En este incidente resultaron muertos Carlos Javier López, de 32 años, Javier Ondiviela, de 20 años, y Víctor Moreno, de 23 años.

Mientras la situación de Víctor Lázaro es crítica, la esperanza crece en torno a los otros cuatro heridos en el accidente, que tuvo lugar en el kilómetro 49 de la autopista AP-2, a la altura de Pina de Ebro, al reventarse la rueda trasera izquierda y provocar el vuelco de la furgoneta marca Fiat en la que regresaba el conjunto de Primera Nacional. Entre los ingresados está Carlos Osta, internado también en la UCI del Clínico, quien permanece en una situación más delicada, aunque su vida no corre peligro. El fisioterapeuta del equipo, de 30 años y conductor del vehículo cuando se produjo el siniestro, está afectado por un traumatismo craneoencefálico moderado, además de por una luxación en una mano, pero permanece estable aunque muy grave. El uso del cinturón evitó, según fuentes policiales, el fallecimiento de Carlos Osta.

HOY, FUNERAL EN SAN ANTONIO Los otros tres ingresados permanecen en una situación estable y fuera de todo peligro en el Miguel Servet. Así, Eduardo Benaque, de 23 años, se recupera en la UCI del centro de una fractura de fémur. Su evolución es favorable dentro de la gravedad. José María Olona, de 29 años, fue trasladado ayer a la planta de Traumatología y permanece con pronóstico reservado, tras superar un coma en la madrugada de ayer. Mientras, Sergio Lozano, de 29 años, será sometido hoy a unas pruebas para conocer si sufre alguna lesión interna, si bien su pronóstico es muy favorable. Lozano, junto a Osta, era el único que llevaba el cinturón puesto.

Por otra parte, el funeral por los tres fallecidos tendrá lugar hoy a partir de las 11.00 horas en la parroquia de San Antonio Padres Capuchinos de Zaragoza, situada en el Paseo Cuéllar. La Federación Aragonesa de Fútbol, que junto a otros organismos deportivos se unió ayer al dolor de las familias y el mundo del fútbol sala aragonés, colaboró en la organización de la misa. Por su parte, el DKV Seguros, en el que Carlos López llegó a jugar en División de Honor, quiso expresar su dolor por el triste acontecimiento y fue el portavoz de la Liga Nacional de Fútbol Sala para trasladar las condolencias a los allegados de los fallecidos.

EL FUTURO DEL CLUB Por su parte, la directiva del Rigar Litocián, el club aragonés más veterano que el próximo año iba a celebrar su 25 aniversario, se retirará de la competición y pedirá el aplazamiento de un año a la Federación para poder mantener su plaza. "Ahora no podemos seguir", dijo ayer Ingel Ezquerra, entrenador del Rigar.