Con 34 años Víctor Lobo ha logrado su gran sueño. El zaragozano del Stadium Casablanca será deportista olímpico de biatlón en Sochi y se sumará a la escueta lista de diez aragoneses que ha disputado la gran cita blanca. El Comité Olímpico Español lo confirmó ayer a última hora de la tarde. Ha sido la larga culminación de una trayectoria que el aragonés inició con 20 años dominando el triatlón blanco nacional con sus siete oros en los Campeonatos de España.

--¿Qué supone para usted este hito personal?

--Ha sido el premio a tantos años de entrenamientos y de esfuerzo. Estoy contento de ser el undécimo olímpico aragonés en deportes de invierno.

--¿Conoce Rusia?

--Estuve el año pasado en una carrera a 300 kilómetros de Moscú, cerca de Estonia. Era una prueba de la Copa IBU, la segunda categoría. Rusia me pareció muy peculiar. Hay mucha gente con gran poder adquisitivo y muchos pobres. Pero igual este año no me llama tanto la atención Rusia si se compara con nuestro país. En las carreras hay una excesiva seguridad.

--¿Qué tal ha sido su experiencia en las tres pruebas de la Copa del Mundo de biatlón?

--Las dos primeras fueron en Alemania y la tercera en Italia. La mejor para mí fue la segunda que se celebró en Ruhpolding. Era una prueba de 20 kilómetros. Esquiando me fue bastante bien, aunque no hacía mucho frío. Fallé cuatro tiros de 20, cuando las estrellas fallan uno como mucho. Te das una vuelta por los boxes y ves la inversión que tienen los equipos nacionales con un montón de técnicos.

--¿Cómo se ha pagado los viajes a la Copa del Mundo?

--Me he pedido un mes de excedencia en la Fundación del Hidrógeno de Walka para empalmar las tres carreras. Los viajes han salido de mi bolsillo. Ha venido Javier Marcén, un amigo, para ayudarme de skiman. Le pagué los gastos del viaje.

--¿Le han prometido alguna ayuda las instituciones?

--Me ayuda el Stadium Casablanca, Bodegas Care y con eso voy tirando. De momento las instituciones no me han dado nada. He ido a la Copa del Mundo de forma barata.

--El año pasado veía muy negro acudir a los Juegos Olímpicos por la competencia de los militares.

--Era una cosa que no dependía de mí. Había más gente de por medio y mi principal objetivo era conseguir acceder a la primera liga de la Copa del Mundo. Si iba a los Juegos, todavía mejor. No me hacía ilusiones de ir a unos Juegos puesto que había más gente en España. Para mí era una motivación superarme y exigirme más en este deporte.

--¿Qué porcentaje de militares hay en la élite mundial?

--Hay muchos que son biatletas y después les ofrecen puestos en el ejército, en la policía o en bomberos. También hay gente profesional pura y dura. Los buenos son rusos, noruegos y franceses. En Alemania hay una afición tremenda y mucha inversión.

--¿En qué consiste el biatlón?

--Combina el esquí de fondo con el tiro de carabina. Las dianas están a 50 metros de distancia. En 20 kilómetros cada cuatro kilómetros se tira cinco veces. Corriendo puedo estar en 180 pulsaciones. Se aprende primero a hacer tiro de precisión y poco a poco haces lo mismo con pulsaciones altas. Al principio parece imposible y poco a poco le vas cogiendo el truco. Llegas a tope a la diana y en 30 segundos te pones otra vez a esquiar.

--¿El esquí de fondo es su punto fuerte?

--Es mí punto fuerte en España, pero cuando salgo fuera, es mi punto flojo. Noto desventaja por el entrenamiento, la técnica, los esquís y otros detalles. La carrera es lo que más he mejorado este año. El año pasado me pasaban en la Copa IBU como aviones y este año no ha ocurrido esto.

--¿Se ha podido entrenar en el estadio de biatlón de Candanchú?

--Ahora no me dejan usarlo y creo que no se lo dejan a nadie. Es un tema de problemas de permiso. Lo pedí este verano para ir con mi entrenador. Pero en el Puente de la Inmaculada nos echaron. Hubo un cambio de director y los permisos que me dieron en verano no valían para nada. He pasado de discutir o negociar. Tengo que entrenar y no puedo perder el tiempo. No sé de quién depende poder entrenar allí.

--¿Es un premio acudir a Sochi o irá con las pilar cargadas?

--Siempre he pensado que no me gustaría ir a los Juegos por ir. Para hacer turismo están las vacaciones. Voy con la ilusión de intentar estar a un buen nivel. Para ganar hay que tener mucha suerte y yo no tengo medios. Voy a ir practicamente solo y los otros equipos tienen un montón de entrenadores.

--¿No irá la familia a animarle?

--Querían venir mis dos hermanos, pero pedir una acreditación es imposible. Me iban a ayudar en la preparación de los esquís. Puede asesorarme el entrenador de Victoria Padial. Pero no le puedo decir que esté pendiente de lo mío y tendré que espabilarme.

--¿Qué modalidad hace?

--La primera es el esprint el 8 de febrero y tiramos dos veces. Después correré la individual de 20 kilómetros.