Las alegrías inesperadas tienen un sabor más dulce, por lo que la conquista de ayer de la Supercopa por primera vez en la historia del Real Zaragoza dejó a la familia blanquiazul sobradamente satisfecha. Los jugadores y el técnico del Real Zaragoza apostaban desde el principio por dar la sorpresa en Mestalla, y cumplieron su palabra. "Hemos mantenido la fe y la concentración en todo momento y nos hemos merecido el triunfo", señaló el entrenador aragonés al término del partido.

Muñoz elogió la labor de sus futbolistas sobre el césped: "Hoy hemos estado mejor nosotros"--afirmó el técnico aragonés--. "Hemos tenido esa eficacia que nos faltó en el partido de ida en Zaragoza. Por su parte, el Valencia iba a remolque y estaba obligado a restar nuestra ventaja, algo que hemos aprovechado perfectamente para llevarnos el partido". Además, el preparador zaragocista otorgó relevancia y mérito a la victoria de ayer de su equipo. "Hacerle tres goles al Valencia es bastante difícil", sentenció.

En la cara opuesta de la moneda se situaba ayer el técnico italiano del Valencia, Claudio Ranieri. "Ha sido una lástima, ellos se han merecido ganar", admitió tras el partido. Sin embargo, Ranieri se mostró excesivamente preocupado por la derrota y la manera en la que se produjo. "Mañana quiero hablar con los chavales, ahora estaban cabizbajos por lo que ha pasado. El Valencia es un equipo que sabe pelear en el campo pero hoy no le ha salido nada de lo que sabe hacer", dijo. "Es preocupante y extraño recibir tres goles, dos de ellos a balón parado. La culpa ha sido nuestra. Cuando hemos intentado cambiar el partido ya no hemos podido", explicó el preparador romano.

LOS JUGADORES, EXULTANTES Los futbolistas del Real Zaragoza destilaban felicidad al final del encuentro. "Estamos muy contentos por todo lo que esto conlleva y de la forma en la que lo hemos logrado", decía Villa. "La afición del Zaragoza tiene que estar orgullosa. Teníamos todo en contra y hemos vuelto a demostrar que tenemos casta, ganas y orgullo", indicó el delantero asturiano, que acabó el partido con molestias en un tobillo. Por su parte, Galletti se consideró "afortunado por haber marcado tanto en la final de la Copa del Rey como hoy, pero el esfuerzo es de todo el equipo". Por último, Zapater era uno de los más exultantes. "Es el día más feliz de mi vida. Esto es un sueño, acabo de debutar y ya tengo un título. Hemos jugado muy buen la primera parte y ahí estaba la clave", dijo.