Anteanoche, en un partido entre los Bucks y los Clippers, Antetokounmpo, que algo tiene de aragonés, hizo uno de sus clásicos mates por encima del defensor a una altura y una distancia del aro inabordables para cualquier ser humano e, incluso, para la gran mayoría de sus compañeros de profesión en la NBA. La reacción del narrador de la televisión americana fue lacónica: «Nothing to be said». Nada que decir, nada que añadir.

Ayer, Víctor Fernández, en la rueda de prensa previa al decisivo partido del lunes, dijo todo lo que se puede decir en la situación en la que está el Real Zaragoza, con las palabras adecuadas y en la dirección adecuada. Habló de la necesaria autocrítica para avanzar después del duro varapalo de Mallorca, de aceptar la realidad y, a renglón seguido, de la ambición y de su absoluta convicción en el triunfo. Con dificultades, pero el Zaragoza volverá a ganar el lunes al Nástic. Eso afirmó.

Todo lo que se puede decir lo dijo. Y bien dicho, como siempre hace Víctor. Aunque, en verdad, la situación del Zaragoza, como el mate de Giannis, hace tiempo que está para pocos comentarios que añadir.