Acababa de redebutar en el banquillo del Real Zaragoza contra el Extremadura con una victoria ajustada pero convincente por el volumen de juego y el contraste con lo que el equipo había ofrecido en la etapa inmediatamente precedente con Lucas Alcaraz. Tenía pocos elementos de juicio pero ya era evidente que conservaba la lucidez que siempre tuvo para mirar y descifrar el fútbol.

Dos días antes de terminar el 2018, Víctor Fernández dejó varias sentencias muy certeras de lo que le ocurría al Real Zaragoza y de cuál podía ser su futuro. Recién llegado, dijo: «El Zaragoza no va a bajar a Segunda B». O: «Creo que es un equipo que tiene más de lo que ha ofrecido hasta ahora, capaz de hacer lo que le reclamo». En cinco jornadas ha puesto cuatro puntos de tierra por medio con el descenso y la plantilla ya parece más de lo que parecía. Ahora todavía tendrá un poco más con Linares y Dorado. Que son más que Jeison Medina y Perone.