David Villa está con la suerte de espaldas. Y con él, el Zaragoza, que necesita como el comer los recursos ofensivos del Guaje . El día que iba a ejercitarse con normalidad con el grupo tras superar su lesión en el bíceps femoral derecho lo pasó en la Clínica Quirón, aquejado de una gastroenteritis aguda, con dos goteros y la compañía de Patricia, su mujer. Esta mañana le darán el alta, después de que ayer le fueran remitiendo tanto los vómitos y las diarreas como el fuerte proceso febril por el que fue ingresado, y hasta podría ejercitarse suavemente tras ser dado de alta, en función de su estado, pero su presencia ante el Numancia no es fácil, por la debilidad que queda después de este tipo de procesos. No obstante, los servicios médicos no la descartan, y él mucho menos. "Quiero jugar y creo que podré hacerlo", le decía ayer a Patricia.

El Guaje se empezó a encontrar mal en la noche del miércoles. Los continuos vómitos y un fuerte dolor en el abdomen le llevaron a él y a su mujer a acudir a la Clínica Quirón a la una de la madrugada, donde quedó ingresado por "un cuadro agudo de gastroenteritis, con muchos vómitos, diarreas e hipertermia", según informó Jesús Villanueva, médico del Real Zaragoza. Antes de ese diagnóstico, se le hicieron varias pruebas para descartar otras dolencias --se pensó en una apendicitis-- y de inmediato se le puso un tratamiento hídrico y salino por vía intravenosa. A mediodía de ayer, la fiebre y los vómitos ya habían desaparecido, por la tarde ya pudo comer algo de fruta y hoy recibirá el alta.

POR PRECAUCION "Ha podido ser algo en mal estado o que le ha sentado mal sólo a él, pero ya ha pasado todo. Sólo se va a quedar en el hospital para tener más controlada la alimentación", decía Patricia ayer mientras el futbolista dormía tras la mala noche pasada. Esa causa viene a confirmar el más que posible origen bacteriano de esta gastroenteritis, por lo que en el Zaragoza están más tranquilos y no se teme un posible contagio. "No se puede descartar nada hasta que no se haga un cultivo, pero ningún otro jugador ni nadie del entorno de David ha tenido molestias", aseveró Villanueva, que también confirmó que la gastroenteritis no supondrá una pérdida de peso para el futbolista, aunque eso no evita la debilidad posterior tras esta enfermedad.

Villa se lamentaba ayer de la mala suerte que está teniendo últimamente. Tiene razones para ello. En el Sporting no había conocido lesiones y, desde que llegó al Zaragoza, en el verano del 2003, tampoco. Ni una sola baja por lesión con el equipo zaragocista hasta que llegó la microrrotura de fibras en el bíceps femoral derecho en el partido ante el Atlético en el Calderón. Perdió el tren de la selección, no estuvo en Mestalla, una muela no le dejó ejercitarse un día y, cuando todo apuntaba a su regreso frente al Mallorca, una sobrecarga lo impidió. También era segura su vuelta en Soria. Hasta la gastroenteritis, que deja su presencia en Los Pajaritos en el aire y ya ha quedado claro en los últimos dos partidos que, sin el Guaje , el Zaragoza ataca con pistolas de agua...