Se va al Olympiacos, campeón de Europa, pero el equipo griego tuvo que sudar para convencer a Giorgi Shermadini. "Él tenía interés en seguir jugando en el CAI, estaba a gusto. No ha sido fácil para él dejar el equipo y eso hizo que hasta última hora no se hiciera. Solo muy al final el jugador entendió que era la mejor opción. Desde que salió el rumor, él nunca pensó en que se iba a ir", explicó ayer Willy Villar, director deportivo del CAI. La salida del pívot supone una gran pérdida deportiva, pero un buen movimiento a medio-largo plazo. "Económicamente ha sido beneficioso para el club", alega Villar. "Ahora, un jugador importante para nosotros como Norel podrá entrar de lleno en el equipo. Tendrá un papel importante dentro de poco", dijo.