Todo el ruido del invierno ha terminado en nada. O casi nada. El Mundial-2019 de MotoGP arranca hoy, en el precioso (y resbaladizo) trazado nocturno de Losail, en Doha (Catar), con una primera línea de parrilla dominada por los dos eternos aspirantes al título, es más, por el campeón Marc Márquez (Honda) y el subcampeón Andrea Dovizioso (Ducati), detrás, de momento, del eterno aspirante de los dos últimos años, Maverick Viñales (Yamaha), que, de nuevo, ha vuelto a proclamarse, con la primera pole position de la temporada, como el campeón de invierno de siempre.

La auténtica verdad es que el primer fin de semana de carreras, el primer gran premio de la temporada, ha confirmado muchas cosas, que ya se intuían a lo largo de los dos últimos meses de ensayos. La primera, sin duda, es que el pentacampeón más joven de la historia, Marc Márquez Alentá, sigue en la misma forma con la que se ha convertido en el gran dominador de MotoGP desde que llegó en el 2013.

De los 108 grandes premios que ha disputado Márquez, ha ganado 44 (el segundo que más ha ganado, desde el 2013, es Jorge Lorenzo, con 24), se ha subido al podio 77 veces, conseguido 52 poles y ganado cinco de los seis títulos en juego. Tras su doble operación en el hombro izquierdo y las 13 semanas de rehabilitación, Márquez ha aparecido en Doha y ha provocado el «¡ooooh!» de todo el mundo.

Segundo punto (y muy, muy, importante), Dovizioso y Ducati siguen donde estaban, es decir, con millones de euros invertidos (vía Audi, sus propietarios) para intentar ganar el título soñado. Y, sí, todos siguen viendo a Dovi como el gran rival de Márquez. Y, cuando todo el mundo esperaba el resurgimiento de Rossi, que acaba de cumplir los 40 y prometer que, en este 2019, quiere el décimo y su primer hijo, el Doctor sufre, de momento, en el primer fin de semana.

Estuvo gris Álex Rins, que, con su preciosa Suzuki azul, había sido protagonista en todos los ensayos invernales de pretemporada. Al piloto, con ascendencia en Valdealgorfa, se le atragantó la pole y arrancará desde la cuarta fila, al terminar décimo.