Abrió la duda Víctor Fernández al afirmar que no tenía claro si la violencia en el fútbol va «de arriba abajo o de abajo arriba». Entre los contertulios y asistentes al Patio de la Infanta hubo coincidencia casi general en que proviene del fútbol profesional, de lo que trasladan los grandes clubs y perciben padres e hijos en televisión. La Jornada sobre Violencia en el Deporte, moderada por Pedro Hernández y organizada por El Olivar, se celebró ayer con la presencia del reconocido exentrenador del Zaragoza; el exárbitro internacional Carlos Clos Gómez; el presidente de la Sociedad Aragonesa de Psicología Deportiva, Francisco Mendi; y el abogado Manuel Guedea. Entre todos expusieron las causas de uno de los grandes problemas que rodea a este deporte «que debería ser la mejor herramienta para conseguir el desarrollo integral de las personas», según el técnico, pero al que desordena «la mercantilización».

«Se olvida que la razón de ser del deporte es hacer mejores personas. Hay que desterrar la maldita frase de que lo importante es ganar. Todo va muy rápido y los que más deprisa quieren ir a veces son los padres, que tienen unas expectativas sobre los niños que muchas veces no se alcanzan. Ahí aparecen la frustración y la violencia, sobre todo contra el árbitro», dijo Víctor, al que le recogió el centro Clos Goméz, que no ve fácil solución: «En mis primeros años sufrí tres agresiones, pero cuando llegué arriba recibía mensajes en el buzón amenazándome de muerte. Incluso un club que ahora está en Primera puso en su web mi número de teléfono. Un año después de retirarme siguen apareciendo insultos actualizados contra mí en Twitter», contó el excolegiado, que pidió que los padres «aíslen a los violentos en los campos».

En el plano mental intervino Mendi «con un diagnóstico sencillo: la agresividad es innata en el hombre y se desata por diferentes motivos. La hacemos de manera natural y a nadie le asusta». Es decir, resulta común en general. ¿Cómo reconducirlo? «Con las cuatros ces: colegio, club, calle y casa», dijo el psicólolgo, que echa en falta «voluntad y medidas», además de poner en marcha «una legislación».

Entre los culpables se apuntó a varios. «En algunos medios se genera violencia por la manera de hacer la crítica», argumentó Clos. «La figura de los representantes tampoco ayuda», expresó Víctor, que recordó que no es un problema de que haya «más o menos policía en los campos sino de más concienciación» y señaló también a su gremio: «A veces los entrenadores no tienen ni formación ni preparación». Hubo coincidencia. También en que hay gente «a la que no le viene mal que haya cosas que no cambien», cerró Mendi.