Correr y nieve no son antónimos. Cualquiera que haya sufrido los resbalones de Filomena estará maldiciendo esta afirmación. Patinar como torpes pingüinos o hundirse como el plomo son las dos alternativas más válidas para el patoso mono sin pelo. Pero la fuerza del trail puede con todo. Hasta con los elementos. Desde hace diez temporadas se han instaurado en España las competiciones de snow running, una disciplina de origen norteamericano, en pleno auge y que hoy arranca con la Copa de España en Villablino (León).

Camuflarse como una cebolla con varias capas y calzarse las zapatillas con clavos o anudarse bien los crampones. No queda otra en tiempos de confinamiento y borrasca. Otros lo hacen por gusto. Sin embargo, el snow running va ganando adeptos que no quieren parar de correr y correr por las montañas ni en invierno. Un dato del boom lo dice todo. En quince minutos se agotaron las 300 inscripciones abiertas para el Campeonato de España que el próximo 6 de febrero tendrá lugar en Sierra Nevada.

Será la cuarta edición de un Nacional que tiene campeón aragonés. El maratoniano jaqués Alberto Puyuelo se alzó con la victoria en los Llanos del Hospital justo el fin de semana anterior a la proclamación del estado de alarma. Motivos laborales impidieron al runner cruzarse la península para revalidar su título. Su historia es curiosa. Maestro en L’Ainsa, se enteró que se celebraba el campeonato y tenía el día libre. Se sacó la licencia federativa dos días antes y consiguió deprisa y corriendo, cómo si no, las zapatillas y todo el material. «Tenía la posibilidad de unas zapatillas específicas de montaña de las que montan clavos para nieve. Yo me decidí por colocar unos crampones a las mías de trail», indica el atleta de 34 años del CA Oroel.

La noche anterior cayó un buen temporal y amaneció con fuerte ventisca. La acumulación de 30 centímetros extras de capa polvo provocaba dudas sobre cómo desarrollar la técnica. «Calentando noté que no podía impulsar mucho porque me hundía. Decidí correr con frecuencia, con pasitos no muy largos», narra el jaqués. Aprovechar el deslizamiento en las bajadas y equilibrarse con los brazos son otros consejos. La otra peculiaridad de esta disciplina es el ropaje. En el reglamento de las pruebas se especifica: cinco piezas, gorro, frontal, manta térmica, guantes y prohibido llevar bastones. «Nunca había corrido tan abrigado. En la espera sí se notaba el frío, pero al correr tenía calor y todo», recuerda Puyuelo.

Su estado de forma era bárbaro. Venía de colgarse el bronce en el Campeonato de España de maratón y de ganar las tres trails que había corrido hasta entonces. Aprovechó que el circuito de ida y vuelta a la Besurta no tenía un alto desnivel, aguantó el ritmo de sus dos compañeros en la subida y se escapó en la bajada. Alcanzó la meta con un minuto y medio de ventaja en 17 kilómetros completados. Ahora combina el asfalto, con las carreras de montaña y la nieve. «En Jaca empezó a nevar el 28 de diciembre. Con lo que ha caído a poco que salgas vas por nieve. He subido varias veces al Rapitán y al monte Grosín en circuitos alpinos cerca de mi casa en Campo», advierte el actual campeón de Aragón de trail.

La situación médica impide que se configure un calendario de carreras de nieve en Aragón. La Snow Trail 2 to Heaven de Benasque, la más veterana desde su irrupción en el 2015, ha sido cancelada. Javalambre o Candanchú también han abierto, en otros tiempos, sus pistas a los corredores invernales pero esta vez no se dará esta oportunidad. Sin embargo, la Copa de España de la disciplina sí se llevará a cabo en su segunda edición. La apertura será hoy mismo en la estación berciana de Leitariegos (León) y en febrero se encadenarán las citas en Sierra Nevada (Granada), Larra-Belagua (Navarra) y La Covatilla (Salamanca), Otra de las citas con más solera es la Hivernal Beret Montgarri, enclavada en el Valle de Arán (Lérida), que también se iba a celebrar este fin de semana pero ha sido aplazada al mes de marzo por las restricciones impulsadas por la Generalitat. «Tengo previsto ir a Isaba. A ver cómo avanza esto», enuncia Puyuelo.

La carrera de Sierra Nevada será en esta ocasión el Campeonato de España, tanto individual como por selecciones. Es el evento pionero en snow running en España y alcanza la décima edición después de ser exportado por sus creadores, Pablo Ruiz de Almidón y Marién Lanz, desde Canadá. «Abrimos las inscripciones el 22 de diciembre y en quince minutos se agotaron todas las plazas. Cuando empezamos hace diez años corrieron 60», recuerda Marién Lanz.

Aragón no tendrá una representación oficial. La kilometrada, la obligatoriedad de ser federado en montaña y el hecho de celebrarse en sábado han frenada a muchos. Porque, como todo, la pandemia ha provocado la lógica adecuación a los protocolos y horarios. Así se ha reducido la inscripción de los 900 participantes a 300, que saldrán en turnos de 50 de la meta para cubrir un circuito de 13 kilómetros y 900 metros de desnivel, alcanzando una cota máxima de 2.900 metros. Cada atleta tiene que llevar su propio vaso en los avituallamientos y se aconseja mantener la distancia social y facilitar los adelantamientos. Está previsto que el campeón marque una hora y diez minutos.