El Real Zaragoza sigue dando pequeños pasos de gigante en esta segunda vuelta. Su escalonada evolución se está entendiendo bajo el inapelable poder de las victorias. Triunfo tras triunfo el conjunto aragonés ha conseguido romper su propio techo para incrustarse en esa marabunta de equipos que colapsan las posiciones de promoción de ascenso. Bajo este clima de optimismo recibirá hoy el equipo aragonés al Sevilla Atlético, un rival aparentemente propicio para prolongar la progresión, aunque los futbolistas blanquiazules deberán de hacer gala de una mentalidad madura para poder retener en casa los tres puntos (16.00).

Natxo González se encargó de verter una cascada de agua fría sobre las sensaciones positivas y todas aquellas estadísticas despampanantes que rodean a la buena trayectoria del equipo. «No estoy preocupado, pero sí inquieto», aseveró el preparador. Un mensaje cargado de autocrítica que se refería al partido que el Real Zaragoza disputó en El Sadar. Se venció, pero el entrenador se negó a guiarse exclusivamente por el resultado, buscando no caer en la complacencia. Natxo trató de diseccionar las entrañas de aquellos 90 minutos para extraer todos los aspectos que urgen mejorar para continuar limando al equipo. Entre todos aquellos aspectos con los que no estuvo conforme destacó el factor de la personalidad. El técnico aseveró que a su equipo le falta todavía «cuajo» para afrontar la recta final de Liga. Esa madurez que el preparador vitoriano mencionó el viernes deberá verse plasmada hoy en el vetusto estadio zaragozano, ante un rival que exigirá una mentalidad especial, porque en Segunda División no suele haber partidos fáciles.

Es ante los equipos como el Sevilla Atlético cuando más prudencia se debe tener, ya que dejarse llevar por las evidencias puede ser letal. En el momento que un equipo proyecta su mirada hacia citas lejanas pierde la perspectiva del presente, algo en lo que no debe de caer el Real Zaragoza. Desde la humildad se debe acometer una cita que, bajo un marco teórico, se puede tildar de asequible, aunque los filiales no son sencillos de predecir. Estos equipos formativos carecen de una menor presión que los clubs profesionales. Su principal misión es la de moldear jóvenes talentos, por delante de alcanzar la permanencia.

El Sevilla Atlético no ha sumado ni un punto en el arranque de esta segunda vuelta. Diez partidos, diez derrotas. Durante estas citas ha anotado tres tantos y ha encajado 19. Todos estos son los ingredientes propicios para colgar a este encuentro la etiqueta de partido trampa, más aún teniendo en cuenta que el bloque de Tevenet acudirá a Zaragoza mermado por los resultados y un grueso número de ausencias. Los visitantes contarán con un total de diez bajas: Soriano, Carlos Fernández, Pozo, Berrocal, Ondoa y Arburjana, con sus respectivas selecciones; Amo, Lara, Carballo, Chacartegui no estarán por lesión; y, Konyk, sancionado por su expulsión ante el Albacete.

Para paliar las bajas, Tevenet ha tenido que contar con cuatro jugadores del Sevilla C, como son Diego García, Genaro, Samuel o Miguel Martín, el ariete de 21 años que lleva 12 tantos en Tercera. Su objetivo no será otro que el de tratar de competir al mejor nivel posible en un extraordinario escaparate para estos chicos de gran juventud.

El bloque y BUFF / Natxo González podrá alinear a su bloque de gala para tratar de lograr la séptima victoria consecutiva. Se presume que los mismos jugadores que regresaron de la batalla de Pamplona con el botín de los tres puntos volverán a saltar hoy al coliseo zaragozano. La única novedad en el once inicial apunta a ser la de Oliver Buff, el suizo regresará al once inicial en detrimento de Aleix Febas. Un premio a su excelente actuación en El Sadar. La salida de inicio del suizo servirá de termómetro para valorar su aportación desde la titularidad, ya que, salvo en Soria, el resto de sus buenas actuaciones se produjeron partiendo como revulsivo desde el banquillo.

El Real Zaragoza está ante una oportunidad extraordinaria para asestar un golpe en la promoción de ascenso en una jornada repleta de duelos directos en la zona alta; como el Rayo-Sporting, Cádiz-Huesca o Granada-Numancia. Un triunfo de la escuadra blanquiazul le permitiría asestar un zarpazo y consolidarse entre los cuatro equipos del playoff. Para ello el Real Zaragoza deberá estar preparado para volar. Con la euforia rebajada por Natxo González y unos jugadores que son conscientes de que para continuar alzándose en la clasificación deberán de rendir en cada encuentro un nivel óptimo.