El ciclismo aragonés está de enhorabuena. La línea de salida de las Salinas de Torrevieja, que dará este sábado inicio a la Vuelta a España, contará con la presencia de tres ciclistas aragoneses. Fernando Barceló (Euskadi-Murias), Sergio Samitier (Euskadi-Murias) y Jorge Arcas (Movistar) serán los representantes de la comunidad después de entrar entre los ocho elegidos por sus respectivos equipos. Será la primera vez que Samitier y Barceló compitan en una grande mientras que Arcas intentará resarcirse de la mala fortuna que le acompañó en la Vuelta 2017 cuando tuvo que abandonar en la duodécima etapa. «Tengo ganas de volver a intentarlo y de que pueda salir todo bien», destacó Arcas, que será nuevamente gregario de un Movistar que no se deja ninguna pieza en casa y que tendrá a Carapaz, Valverde y Quintana como jefes de filas. «Quiero aprender mucho de mis compañeros. Voy a intentar ayudarles porque tenemos gente que puede ganar la Vuelta», declaró el serrablés.

Mientras el Euskadi confirmó hace varias semanas a Fernando Barceló que iba a formar parte del equipo, Samitier tuvo que jugarse su billete en la Vuelta a Burgos. «Es un sueño correr la Vuelta a España. Siempre es algo que quieres desde pequeño porque lo ves por la televisión y siempre pensé que ojalá fuese yo el que estuviera allí», explicó Samitier, que tuvo un gran papel en la ronda burgalesa. Por su parte, Barceló, de 23 años, es uno de los ciclistas más prometedores en el panorama nacional. El oscense quiere mantener los pies en el suelo e intentará colaborar lo máximo para el beneficio de su equipo. «Es una experiencia nueva y un gran reto enfrentarte a una carrera de estas características con los mejores ciclistas del mundo durante tres semanas. Ya veremos dónde pone la carrera a mi cuerpo», destaca Barceló acerca de sus objetivos en la Vuelta, donde quedaría satisfecho con una «victoria parcial».

Objetivo compartido

Los tres ciclistas compartían el mismo objetivo de estar en la ronda. Este premio para el ciclismo aragonés se ha conseguido tras mucho trabajo. Arcas se ha entrenado en las carreteras del Valle de Tena mientras que Samitier y Barceló han pedaleado muchas horas juntos para poder compartir carretera con los mejores ciclistas. «Va a ser una carrera de aprendizaje. No quiero que sea la última Vuelta y hay que tener filosofía porque son tres semanas», señala Samitier acerca de la dureza de la prueba. El único pero de esta edición es el testimonial paso que tendrá la carrera por tierras aragonesas. Solamente Javalambre disfrutará de una llegada del pelotón (el miércoles 28 de agosto). «Es una pena que no pase por nuestras casas. Los aficionados oscenses lo vivirán igualmente con pasión», concluye Barceló.