El Real Zaragoza vuelve a entrenarse este domingo dos de agosto, el día en el que debía decidirse el tercer equipo en ascender a Primera División. En lugar de ser el final de una larguísima temporada, será un nuevo comienzo para el club aragonés tras el segundo parón obligado por el coronavirus, aunque sin saber todavía cómo ni cuándo concluirá esta campaña. Víctor Fernández ha citado a sus jugadores a las 9.30 de la mañana pero será una sesión más parecida a las de después del confinamiento que a las de preparación de un playoff. Si no hay más contratiempos, el equipo aragonés no podrá entrenarse al completo hasta el próximo viernes.

La preparación ha tenido que retroceder a la fase dos de la vuelta a la competición y, por tanto, el trabajo será individual después de cinco días de inactividad. Cinco días desde el último contacto con el jugador que dio positivo, Javi Puado, y después de que las dos pruebas PCR a las que se sometieron todos los demás miembros del club arrojaran un resultado negativo. Esta nueva fase ha estado diseñada por el jefe de los servicios médicos del club, Irineo de los Mártires, y se asemeja a la fase dos del protocolo de vuelta a los entrenamientos que prepararon en su día LaLiga y el Consejo Superior de Deportes.

Tanto jugadores como cuerpo técnico acudirán a la Ciudad Deportiva de manera individual, cada uno en su coche particular, portando mascarilla y sometiéndose a un control de temperatura a su llegada. Los vestuarios estarán cerrados y no podrán interactuar entre ellos, ni entre los futbolistas ni con el cuerpo técnico, que deberán usar mascarilla durante todo el trabajo. Los jugadores podrán quitársela solo cuando estén entrenando.

Como en mayo, la actividad se llevará a cabo en tres campos. Cada uno de ellos estará dividido en siete calles y en cada una solo habrá un jugador. Los porteros trabajarán aparte con el preparador de porteros. Tras el entrenamiento abandonarán la Ciudad Deportiva de uno en uno, sin interactuar entre ellos y sin usar los vestuarios. La plantilla volverá a someterse a nuevas pruebas PCR este lunes y, si los resultados son satisfactorios, el equipo podría volver a trabajar en grupos reducidos, todavía no con la plantilla al completo. De momento no se ha producido ningún positivo más ni ningún otro jugador ha mostrado síntomas. Puado, el único positivo, tampoco los ha mostrado en los últimos dos días.

NUEVAS FASES / La vuelta al trabajo en grupo podría producirse a partir del viernes 7, si todo avanza como debe. Ese día se cumplirán diez jornadas desde el último contacto de la plantilla con el jugador positivo, pero este hecho deberá verse acompañado además de nuevas pruebas PCR que deberán resultar negativas para que se autorice la vuelta al trabajo en grupo. Así debe volver a empezar el Real Zaragoza cuando comenzará la tercera semana desde la disputa de la última jornada de Liga. La temporada ya debía de haber terminado, hoy mismo, pero lejos de eso nadie ofrece una solución y todo se embrolla más cada día.

Todavía queda por resolver qué sucede con el Deportivo-Fuenlabrada, el único duelo que no se disputó en la jornada 42. El equipo madrileño ha vuelto a entrenarse y dice estar dispuesto a jugar, mientras el Comité de Competición no aceptó la medida cautelar propuesta por el juez instructor para dar por perdido el encuentro al Fuenlabrada por 3-0. Hasta que no se decida qué ocurre con ese encuentro no se podrá dar luz verde a un playoff de ascenso que, ahora mismo, solo tiene tres equipos confirmados. El Real Zaragoza todavía no sabe ni cuándo ni contra quién jugará. La última ocurrencia de la Federación Española de Fútbol es proponer una Segunda División de 24 equipos para salvar a Deportivo y Numancia, pero no existe una propuesta para solucionar las eliminatorias por el ascenso.

Así que al Real Zaragoza no le queda otra, de momento, que volver a empezar, regresar al césped poco a poco y prepararse para no se sabe bien qué. En un momento en el que ya debería estar planificándose la próxima temporada, todavía hay cinco clubs que no saben dónde van a competir el próximo curso. De hecho, uno de ellos habrá terminado ya el curso hace dos semanas pero tampoco lo sabe todavía. Durante los trece días que han transcurrido desde esa última jornada de Liga regular se han sucedido comunicados, peticiones varias, reclamaciones, pero lo que no llega es lo único que hace falta, soluciones para cerrar cuanto antes y de la mejor manera posible una temporada que ya es está alargando demasiado.