Esta lucha no ha acabado. Ni mucho menos. La presencia de dos positivos en covid-19 dentro del primer equipo de la SD Huesca no sólo altera los planes de cara a la inauguración esta tarde (16:00) de la Primera en el Alcoraz sino que es un aviso público para todos de la necesidad de extremar las medidas para evitar contagios.

Los resultados de las pruebas PCR que todos los miembros del primer equipo tienen que realizarse antes de cada jornada dieron una mala sorpresa. El club comunicó la presencia de estos dos positivos, sin aclarar si eran parte de la plantilla o del cuerpo técnico, pero sí afirmando que se encuentran en buen estado de salud, aislados y en cuarentena en sus domicilios particulares.

Como consecuencia se activó el protocolo sanitario promulgado por LaLiga y el Consejo Superior de Deportes (CSD). De esta manera, el último entrenamiento antes de enfrentarse al Cádiz tuvo que realizarse de forma individual en los campos de la Pirámide además de realizarse ayer una nueva analítica para conocer si tienen carga vírica, por lo que podría haber más ausencias de mediarse más positivos. Hay que recordar que el encuentro sólo se suspendería en el extremo de que no pudieran convocarse trece jugadores, pudiendo alinearse a sólo cinco del primer equipo. Un riesgo ante la reentrada del Alcoraz en LaLiga, casi 500 días después de despedirse de la categoría a grito de ‘Volveremos a Primera’.

TRES MESES DESPUÉS / 24 de junio. Centro de Pombo. Luisinho recula y atropella a Salvi dentro del área. Álex Fernández transforma el penalti en el minuto 97. Empate desgraciado que dejaba a seis puntos el límite del ascenso y a siete al, precisamente, líder Cádiz con únicamente siete partidos por delante. El panorama era oscuro tirando a negro profundo. No hace ni tres meses de ese episodio fatídico, de ese resbalón inapropiado, que desgraciaba las cuentas del Huesca, de esa sensación de frustración que por no reblar, por creer y confiar, por estar unidos, abrió otra realidad mas placentera. Porque tras esos tres meses dos ascendidos por méritos propios se juntan de nuevo en Primera esta tarde en el retorno a un Alcoraz tristón, sin aliento, con esos dos positivos, pero es lo que toca.

Si algo aprendió el Huesca en su efímero y nutritivo paso anterior por LaLiga es que las sensaciones no dan la permanencia. Las palmaditas en la espalda por haber jugado bien, por haber plantado cara a un grande, por hacer acumulado más posesión y haber controlado el partido, por sumar más oportunidades y hecho al portero rival internacional, todas y cada una de esas grandezas no se canjean por puntos en una competición cruel y terroríficamente justa. Que el empate ante el Villarreal fue un buen punto de partida nadie se atreve a desmentirlo al igual que sumar victorias y más en casa será vital para atrapar el objetivo. Y más ante un adversario de la misma talla presupuestaria, con la necesidad de aminorar su adaptación a la élite, un rival directo como es el Cádiz.

Será una tarde fría, pese a que la previsión de sol en un fin de semana nublado y lluvioso. Lo será por las ausencias. Las del césped y todas en la grada. Por esas más de 7.500 almas que se quedarán en casa sin celebrar ese regreso tan deseado. Y aunque uno pueda acostumbrarse a calentar sin ánimos, a no escuchar más que los gritos de los entrenadores, a no poder ni estar en el vestuario hoy dolerá un poquito más. Porque esta fiesta era también de la afición y sin ella será menor la fiesta.

La continuidad del bloque, como se percibió en la Cerámica, no está asegurada. Además de los dos posibles afectados por el covid, Mikel Rico es baja por problemas musculares, como Pedro López por un esguince de tobillo. Pablo Insua ha arrastrado toda la semana molestias. Esto genera un hueco en la defensa, dado que aún no se ha recibido el tránsfer de Gastón Silva. Dimitrios Siovas podría debutar con dos días de entrenamiento junto a Jorge Pulido. Borja García, la otra incorporación de esta semana, también podrá entrar en la convocatoria.

CAMBIOS / Porque el partido se acerca con otra dimensión. Si el Huesca apostó claramente por parapetarse en busca del error ajeno, por parapetarse y morder rápido ante un Villarreal obligado a mandar, en esta ocasión serán los altoaragoneses los que deberán tomar la manija del encuentro. Será el momento de ver la actitud creativa de la media, de contemplar la prolongación de los laterales y el tique-taca de Ferreiro y Leal, virales en el repaso del jugadón que inventaron para el gol de Maffeo.

El Cádiz ha pasado la semana envuelto en la polémica sobre el cambio de nombre de su estadio. La guasa gaditana ha paliado el palo del debut en el aún Carranza ante el Osasuna (0-2). Álvaro Cervera, sin viajar y en cuarentena, sigue al frente de una plantilla que ha llegado a contar con hasta 37 efectivos este verano. Uno es el exHuesca Carlos Akapo y otro el delantero aragonés Jorge Pombo. No es la única incorporación en esta línea: Negredo (Al Nasr), Lozano (Girona), Giménez (Birminghan), Malbasic (Tenerife), Alejo (Getafe) o Nano Mesa (Eibar).