No parece Cádiz territorio propicio para la confianza. Allí abajo, el Zaragoza hace tiempo que no sonríe. De hecho, nunca ha ganado desde que ambos coinciden en Segunda y el último gol de los aragoneses en el Carranza se remonta a otra década. Aunque no están las cosas como para temer al mal fario. La necesidad aprieta otra vez. De nuevo, el infierno se ha acercado a cuatro puntos y el brillo de la luz roja vuelve a ser cegador.

Necesita el Zaragoza variar su aspecto fuera de casa. Alejarse de ese equipo que acumula tres derrotas consecutivas como visitante en las que no ha sido capaz de marcar un solo tanto. Por eso, Víctor medita un golpe de efecto. No será una revolución, habida cuenta de que los aragoneses vienen de ganar en casa con suficiencia al Nástic, pero el técnico podría basar la perseguida transformación en una modificación del dibujo. De hecho, es posible que, por primera vez con Víctor, el conjunto aragonés pase a formar con tres centrales, un sistema con el que el entrenador ha venido ensayando durante la semana. Si las pruebas han sido de su agrado, esa puede ser la novedad anunciada el viernes por el propio preparador. «Tenemos que dar dos pasos más como visitante», dijo. Es decir, si el plan A no está funcionando, habrá que intentarlo con otro.

En ese caso, Álex Muñoz sería el nuevo inquilino en el once aragonés, acompañando a Guitián y Verdasca en el eje de la retaguardia. Los carriles, no hay duda, serían para Delmás en la derecha y Nieto en la izquierda. El centro del campo quedaría para Eguaras, James y Pep Biel, mientras que Soro y Álvaro Vázquez parten como principales candidatos a ocupar la parcela ofensiva.

La novedosa apuesta pretendería reforzar las ayudas ante el gran peligro del Cádiz: su verticalidad y profundidad. El cuadro andaluz hace daño desde los costados y a través de contras rápidas tras esperar agazapado. El balón no es prioridad para los de Álvaro, al contrario que el Zaragoza, cuyas esperanzas de mejorar su ataque pasan por ordenar primero su defensa.

Si, por el contrario, Víctor opta por mantener el cuarteto defensivo, Álex quedaría como el único defensa en el banquillo y Guti, Ros o Linares se jugarían su puesto en la alineación titular.

ARSENAL DE LUJO

El Cádiz, por su parte, afronta el choque después de más de dos semanas sin competir y con el cuchillo entre los dientes. Aspirante a acabar la temporada entre los seis primeros, el conjunto andaluz recupera a sus dos mejores jugadores, Darwin Machis y Manu Vallejo, aunque no podrá contar con Garrido y José Marí, puntales básicos en la medular. Matos podría ocupar un lateral izquierdo con muchas menos opciones que la vanguardia, para la que Álvaro dispone de Lekic, Querol, Jairo o Salvi, además de los citados Machis y Vallejo. Todo un arsenal.

Así que el Zaragoza podría alterar su fisonomía habitual en busca de puntos para huir de la quema. Las llamas vuelven a estar a apenas cuatro pasos, y la cuarta derrota fuera devolvería el olor a chamusquina. Además, supondría la peor racha como visitante desde el último descenso. Como para dejarse amedrentar por malos farios. No, no está el Zaragoza como para creer en maldiciones. Lo único real es el miedo.