Stanislas Wawrinka logró en Montecarlo su primer Masters 1.000 al vencer, por segunda vez en su carrera, a su compatriota Roger Federer, por 4-6, 7-6 (5) y 6-2. El suizo remontó y frustró las expectativas del otrora dominador del circuito, que decayó en cuanto el campeón ganó la segunda manga y llevó el desenlace al tercero.

Stanislas Wawrinka, que cerró el triunfo en dos horas y 13 minutos, vive una temporada de ensueño. Ya no es sólo el tenista talentoso y prometedor desplazado de los focos por la magnitud de Federer. El jugador de Lausana, de 29 años, sumó en Montecarlo el séptimo título de su carrera, que añade a los logrados este curso en Madrás y, sobre todo, al Abierto de Australia, el único Grand Slam que presenta su palmarés y su mayor éxito.

Montecarlo es una competición maldita para Federer, que amplió su leyenda negra en este torneo. Volvió a quedarse a orillas del triunfo igual que en 2006, 2007 y 2008, ensombrecido entonces por Nadal.