Damos la bienvenida con gran placer a uno de los grandes equipos de España, el Real Zaragoza». «Uno de los tres conjuntos más talentosos y poderosos de la historia del fútbol del país». «Junto al Real Madrid y el Atlético, posee la suficiente destreza y habilidad para ser comparado con los mejores equipos de Europa». «Marcelino es uno de los grandes delanteros centro de Europa». «Carlos Lapetra es el maestro, el más técnico del fútbol español actual». Son algunas de las consideraciones que merecía el Real Zaragoza en los años sesenta y que aparecen así reflejadas en los programas de los encuentros europeos que Los Magníficos disputaron en Gran Bretaña en esa década.

Los programas son tan antiguos como el propio fútbol británico. Los primeros surgieron a la par que la Football League, en 1888, como una hoja que incluía la fecha del partido, los nombres de los jugadores y su posición en el campo a modo de rudimentaria guía para los espectadores. Después fueron evolucionando a cuatro, ocho y más páginas, variando de tamaño, introduciendo colores, en las que se contaba la historia del rival y los presidentes, entrenadores y posteriormente jugadores dejaban sus impresiones sobre el partido. En la actualidad son revistas con la información oficial del club y las opiniones previas a los encuentros. Es raro ver a un hincha entrar a un estadio sin su programa, por el que ha pagado al menos tres libras. También son objeto de coleccionistas.

El Real Zaragoza fue un asiduo de las islas británicas en los sesenta. Debutó en la Copa de Ciudades en Feria el 26 de septiembre de 1962 en Belfast contra el Glentoran (0-2, goles de Duca y Bourné en propia puerta) y hasta su despedida el 16 de enero de 1969 en Newcastle disputó 23 eliminatorias europeas. 12 de ellas fueron ante rivales británicos, siete de manera consecutiva. Los Magníficos dejaron su impronta en Belfast, Dundee (Escocia), Cardiff, Londres, Dublín, Edimburgo, Leeds, Liverpool, Glasgow, Aberdeen y Newcastle.

El 3 de febrero de 1965, el equipo aragonés jugó el partido de vuelta de cuartos de final de la Recopa en Cardiff. Tras el 2-2 de la ida, el Zaragoza ganó en el Cardiff City Stadium por 0-1 con gol de Canario. En el programa puede leerse: «En la actualidad tiene una dura pugna con el Real Madrid por el campeonato -de hecho, en las últimas cuatro temporadas no han acabado nunca por debajo del quinto puesto y ningún club puede quejarse de ese récord de consistencia-. El entrenador Roque Olsen ha moldeado su línea delantera en una formidable unidad de ataque, que está preparada para ser la más peligrosa de la Primera División. Ha adaptado a sus jugadores en un sistema 4-2-4 móvil usando al medio derecha Isasi (o Violeta) y al interior izquierda Lapetra como hombres de enlace».

De Yarza destaca que estudia químicas en la Universidad y que se parece a Puskas en la cara y la constitución. De Reija explica que posee una tienda de moda de hombre en Zaragoza y que tiene su propio club de aficionados, que se reúnen en un bar. De Marcelino asegura que es el más rico del equipo, que una vez estudió para sacerdote, que posee seis barcos en Galicia y que ésta será su última campaña en Zaragoza.

Las semifinales depararon al West Ham como rival. La ida se jugó en Londres el 7 de abril de 1965. El Zaragoza perdió 2-1 y no pudo remontar en La Romareda (1-1). En la descripción de los jugadores dice de Marcelino: «Cuando su contrato acabe en junio espera firmar por uno de los más importantes clubs de Europa o Suramérica. Junto con su padre y dos hermanos se dedica a la pesca de atún en Galicia». De Lapetra, que «se hizo cargo del ala izquierda de la selección en lugar del brillante Gento, del Real Madrid». Isasi era «un jugador de acción total, conocido como la máquina». De Yarza cuenta que «en dos años se licenciará como doctor en químicas en la Universidad de Zaragoza».

UN DOLOR DE CABEZA

La primera ronda de la Copa de Ferias del curso siguiente le llevó a Dublín para medirse al Shamrock Rovers (1-1). En su editorial, Billy Lord explica que «el estilo de juego del Zaragoza está basado en el estilo clásico del gran Real Madrid. Una sólida defensa y un contraataque montado rápidamente que coge a sus rivales fuera de posición. Marcelino, uno de los grandes delanteros centros de Europa, es un dolor de cabeza total para las defensas contrarias». De Villa dice que tiene «un estilo de juego alegre y es un maravilloso driblador». Lapetra es «el maestro (The Master), uno de los jugadores más técnicos del fútbol español actual».

El 11 de mayo de 1966 se disputó en Leeds el que ha pasado a ser uno de los grandes partidos de la historia del Real Zaragoza (1-3), el desempate en el que Los Magníficos deslumbraron al fútbol británico y fueron más ovacionados que en La Romareda, según las crónicas de la época. «Son un equipo muy bien organizado desde atrás hasta adelante, contando con la mezcla correcta de dureza y clarividencia en su juego y no son fáciles de batir en ningún caso», relatan las páginas del programa previo.

El 23 de noviembre de 1966 el Zaragoza viajó a Liverpool para medirse al Everton en la primera ronda de la Recopa (1-0). «Déjennos disipar un error sobre el Real Zaragoza. Los españoles han sido calificados como un equipo pequeño con un ataque enano. Olvídenlo. Definitivamente no es pequeño ni en estatura ni en habilidad», señala a modo de introducción. En la descripción de los jugadores coincide con los programas anteriores en señalar que el central Santamaría «porta un famoso nombre pero no es la antigua estrella del Madrid».

El último partido europeo de Los Magníficos fue el 15 de enero de 1969 en Newcastle, en la tercera ronda de la Copa de Ferias (2-1). «El Real Zaragoza es un muy buen equipo con una reputación tremenda en el fútbol europeo. A diferencia de muchos equipos continentales, el Zaragoza puede jugar rápido, fútbol de ataque, yendo en línea recta a por el gol en lugar de tejer jugadas a lo largo del campo y sometieron a nuestra defensa a una gran presión allí». El Zaragoza ya había dejado una huella indeleble.